La función barrera de la piel, explicado para dummies

No es algo abstracto. Es esencial para tener una piel cuidada y te vamos a explicar por qué las marcas de cosmética insisten tanto en cuidarla.

Hidratar en exceso tu piel puede ser contraproducente, te contamos por qué

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¿Cuántas veces has leído sobre la función barrera de la piel, y te has quedado igual que estabas? Si hay un frente abierto ahora mismo para las marcas de belleza que supone todo un reto, es precisamente este. Y sin duda, tener una buena piel comienza por aquí: por proteger y cuidar su función barrera. Así que vamos a explicarte qué es y por qué tanta insistencia. 

La importancia de cuidar la función barrera

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¿Qué es la función barrera?

Imagina la piel como una fortaleza que protege al cuerpo de amenazas externas. La función barrera es como las murallas de esa fortaleza. Está compuesta por la capa más externa de la piel, llamada estrato córneo, que actúa como una barrera física.

La dermofarmacéutica Gema Herrerías en su libro ‘La guía definitiva para el cuidado de la piel’, profundiza en ello y lo explica así: “el estrato córneo forma la barrera epidérmica. Entre sus funciones están evitar la pérdida de agua y electrolitos, manteniéndola hidratada y desarrollar la defensa inmune, impidiendo la entrada en la piel de los microorganismos, bacterias y hongos”.

Entenderás ahora la insistencia de las marcas por protegerla… ¿Y por qué es clave protegerla? Pues en definitiva, para impidir que entren patógenos y provoquen infecciones cutáneas, inflamaciones, alergias o patologías como la dermatitis atópica o de contacto.

La función barrera es como las murallas de nuestra piel

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Cuando la piel tiene una alteración en esta función barrera, se deshidrata por la pérdida de lípidos y agua. Es entonces cuando las sustancias que provocan todo lo anterior tienen más facilidad para entrar y campar a sus anchas, provocando todo tipo de reacciones cutáneas.

Y no sólo hablamos de agentes contaminantes externos como polución, radiación solar o estrés oxidativo, sino incluso de ingredientes de los mismos cosméticos, como conservantes, perfumes o algunos detergentes. Cuando esto sucede, se le llama sensibilización transcutánea, explica Herrerías, que entre otras cosas, produce la dermatitis de contacto, irritativa o alérgica y se traduce en descamación, irritación o enrojecimiento de la piel. 

Es decir, cuando vemos todo esto en la piel, tenemos que saber que está habiendo una alteración en nuestra función barrera. 

La composición de la función barrera

Profundizando un poco más en ella, la dermofarmacéutica explica que, anatómicamente, la función barrera de la piel implica a la epidermis y la dermis, pero funcionalmente, se divide en 4 grupos: 

1. La microbiota: un conjunto de microorganismos como bacterias, levaduras, hongos, virus y ácaros.

2. Grupo químico 

3. Grupo físico, donde se encuentran los corneocitos y queratinocitos. 

4. Grupo inmunitario, donde están las células que se encargan de dar la respuesta inmune.

Cuando existe una alteración o disfunción en cualquiera de estos grupos, es cuando se producen las alergias o dermatitis. “Por ejemplo, una piel con dermatitis atópica presenta una mayor población de Staphylococcus aureus (microorganismos del primer grupo, la microbiota), reduciendo otras especies y deteriorando la función barrera”, explica Gema Herrerías. 

Alteración de la función barrera de la piel

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¿Cómo mantener el equilibrio entre todos? 

Herrerías explica que los cosméticos que combinen emolientes y humectantes que no deterioren ninguno de los niveles, serán los que ayuden a mantener y a reparar la función barrera cuando ha sido alterada, previniendo así la entrada de alérgenos y manteniendo los niveles de agua y lípidos en orden. 

Todo esto es la explicación para entender qué es y cómo funciona. Es decir, para que visualices a esa función barrera como una pequeña ciudad en la que si todo funciona en equilibrio, no hay problemas. Ahora bien, llevado a la práctica, ¿cómo cuidarla y mantener todo en orden? Aquí tienes algunos consejos.

Limpiadores suaves

Evita los limpiadores fuertes que eliminan los aceites naturales de tu piel. Opta por limpiadores suaves y sin sulfatos que limpian sin resecar.

Hidratación

Usa una buena crema hidratante que contenga ingredientes como glicerina, ácido hialurónico y ceramidas. Estos ingredientes ayudan a retener la humedad y reparar la barrera de la piel.

Protección solar

El sol puede dañar gravemente la función barrera de tu piel así que los protectores solares de amplio espectro serán sus mejores escudos.

Evita el agua muy caliente

Y es que el agua excesivamente caliente puede eliminar los aceites protectores de la piel. Opta por duchas de agua tibia y limita el tiempo que pasas en el agua.

Ingredientes reparadores

Busca productos que contengan ingredientes conocidos por sus propiedades reparadoras, como las ceramidas, los ácidos grasos y la niacinamida. Estos ingredientes ayudan a restaurar y fortalecer la barrera.

La importancia de la dieta

Una dieta rica en antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y vitaminas puede también ayudar a su perfecto mantenimiento. La piel también se beneficia de los nutrientes esenciales que le damos desde dentro.

Que el desconocimiento no sea ya excusa para cuidar tu piel, porque como habrás visto, la función barrera es esencial para mantenerla en buen estado. Por si no te hemos convencido lo suficiente: su alteración lleva, irremediablemente, a un envejecimiento prematuro. 

Cuidarla adecuadamente no solo te ayuda a evitar problemas como la sequedad y las irritaciones, sino que también mantiene tu piel con un aspecto radiante y más joven. Así que la próxima vez que escuches hablar sobre ello, ya no te pillará de nuevas.