Esto es lo que pasa si vas de negro a una boda

En el universo nupcial se siguen manteniendo una infinidad de reglas que, a día día, continúan estando vigentes. Es cierto que el ‘dress code’, en las bodas, está en constante revisión pero hay ciertas barreras que parece impensable cruzar. Por supuesto, ¿cómo va una invitada a ir de blanco? Pero... ¿y de negro? El color de la elegancia por excelencia se ve coartado en este tipo de eventos, aunque, cada vez, son más las que se atreven con él. Ahora la pregunta es... ¿es correcto? Según el protocolo, no. Y es que, tradicionalmente, es un tono asociado al luto, por lo que no estaba muy bien visto, lucirlo en un ambiente festivo y de alegría porque, antes, suponía casi demostrar que no te alegrabas del enlace. Sin embargo, si contestamos a esta pregunta desde el prisma del siglo XXI, quizás habría que responder... ¿por qué no? Es cierto que hay algunos ‘tips’ que debes de tener en cuenta, pero, lo cierto es que, si te decantas por ir de negro a una boda, puedes convertirte en la más elegante de la celebración.

Una de las claves para recurrir a este color pasa por ‘desviar’, en cierta medida, la atención. Es decir, el secreto estaría en mezclarlo con otros tonos, preferiblemente llamativos, que rebajen un poco ese efecto del ‘total black’ y aporten una dosis ‘extra’ de optimismo, por así decirlo. Si te fijas en el estilismo de Saint Laurent que Aitana llevó en la boda de Lele Pons, verás que su vestido incorpora una flor en morado y, además, ella lo combina con un bolso ‘bling bling’ en plateado, aportando mucha más luz al ‘look’.

El ‘outfit’ maestro nos lo regala Gala González que, el año pasado, acudió a la boda de unos amigos en la Costa Brava con este espectacular diseño, de estilo ‘New Look’, firmado por Carolina Herrera. En este caso, pese a que el negro es el color principal, esta preciosa creación también incluye detalles en amarillo y malva.

La diseñadora Blanca Bleis también se atrevió con este tono, luciendo un vestido de Fabio Encinar en el que los tirantes y una gran lazada en verde hacían contraste y ponían la nota de color. Nos gusta especialmente su apuesta por lucir los accesorios –desde la pamela a las sandalias– también en negro, dejando todo el protagonismo a ese bonito detalle del diseño.

Eso sí, pese a que las barreras se están diluyendo, cada vez más, tenemos que aconsejarte que reserves este tono para las bodas de tarde, donde siempre la etiqueta marca unos códigos mucho más sofisticados.