El posado de Jennifer Lopez con el bañador más versátil del verano

Después de unos meses de intenso trabajo en los que Jennifer Lopez ha acumulado cantidad de proyectos profesionales entre el estreno de The Mother, la preparación de su nuevo álbum y su tour promocional con motivo del lanzamiento de su bebida DeLola, la artista parece haberse querido tomar por fin unos merecidos días de descanso.

Ha empezado JLO por el 4 de julio, una jornada festiva para todos los que viven en Estados Unidos que ha querido celebrar con un plan tranquilo rodeada de los suyos. Nada de viajes a lugares exóticos, el día de la cantante, actriz y productora ha empezado al lado de su casa de los Hamptons disputando un divertido partido de pickleball con su marido y los hijos de este.

Tras este rato de deporte en familia, Jennifer Lopez se ha quitado el look completamente blanco compuesto por shorts, camiseta de tirantes, zapatillas y sudadera a la cintura y lo ha cambiado por un traje de baño para relajarse un poco en la piscina.

Así hemos podido ver sentada en una de las hamacas de su hogar a JLO, quien se ha recogido su melena en un moño para dejar el rostro despejado de su recién estrenado flequillo y ha presumido de escultural figura enfundada en un elegante bañador en tono empolvado que dejaba la espalda al aire, contaba con finos tirantes y en la parte delantera destacaba por su escote en uve pronunciado con pequeños detalles perforados en la zona del pecho.

Un diseño de lo más versátil que aunque la diva del Bronx ha lucido para tomar el sol y darse un chapuzón perfectamente puede tener uso como body compañado de un pantalón o una falda.

Gracias a las fotografías que Jennifer Lopez ha compartido en su cuenta de Instagram en las últimas horas hemos comprobado que ha acompañado el favorecedor bañador con un collar de oro en el que puede leerse su nombre –no Jennifer&Ben como el que lució hace unos meses–, unos pendientes en forma de aro grueso y unas gafas de sol tamaño maxi en las que se aprecia el logotipo de Fendi por ambos cristales.

Tras este momento de relax en la piscina, Jennifer Lopez volvió a cambiar de estilismo y esta vez fue un vestido blanco lo que escogió para acudir junto a los suyos a la gran fiesta organizada por Michael Rubin con motivo del 4 de julio donde, tras los tradicionales fuegos artificiales, estuvieron bailando hasta altas horas de la madrugada.