Las artistas mejor vestidas de Coachella 2023 y cómo fichar su estilo en firmas españolas

Los looks que nos han conquistado sobre el escenario.

Rosalía Motochella 2023.

Segunda actuación de Rosalía en Coachella 2023.

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Durante dos fines de semana al año la ajetreada agenda cultural global parece eclipsada por el fenómeno masivo de Coachella, también conocido como la ‘Super Bowl de la moda’ o las ‘Olimpiadas de los influencers’. Celebrado en Indio, California, los últimos números que se conocen del festival constatan una recaudación multimillonaria y una asistencia que supera las 250.000 personas. Sin embargo, la repercusión del festival y su economía se expanden mucho más allá del evento físico, y la clave de esto es, sin lugar a dudas, la moda

Los festivales de música han inspirado las tendencias desde los años 60, cuando se convirtieron en encuentros clave para la consolidación de la subcultura hippie. Al ritmo de Tool, the Doors o the Grateful Dead, los asistentes protestaban contra la guerra de Vietnam y realizaban actividades de concienciación política y social. Woodstock, el más conocido de todos ellos, ha pasado a la historia como el epítome de la subcultura hippie, asociado al movimiento por la paz y al amor libre. 

Coche Woodstock

Un coche en Woodstock lleno de slogans antibelicistas, 1969.

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El uniforme de rigor en estos eventos era el estilo hippie, que compartían los asistentes y los artistas. Fue así como se popularizaron el pelo largo, los pantalones campana, las flores como símbolo del deseo de reconectar con la naturaleza, el tie-dye, los estampados psicodélicos, las sandalias o los pies descalzos y las prendas fluidas de inspiración étnica, que representaban la búsqueda de la espiritualidad y el rechazo al consumismo, así como el interés en prácticas como el yoga o el vegetarianismo. 

Festival Flower Children

Dos mujeres hippies en el Festival de Flower Children, 1967.

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El ocaso de los años 70 y la transformación cultural de la sociedad (sumados a una serie de escándalos asociados con violencia y drogas) pusieron fin a estos eventos masivos. La cultura festivalera se mantuvo a duras penas hasta principios de los 2000, que fueron testigo de su reinvención popular.

Pero su vuelta no compartía el mismo espíritu que el de sus predecesores. Las críticas más contundentes giran en torno a la capitalización de estos festivales. En el contexto de excepcionalidad que marca un festival, y bajo el espíritu de liberación en el que estaban históricamente fundamentados, la pasarela de estilos eclécticos de Coachella se convirtió en el lugar ideal para promover las nuevas tendencias, llegándose a considerar la época festivalera como la quinta temporada de la moda.

Santo Gold

La artista Santo Gold actuando en Coachella, 2008.

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Las firmas crearon colecciones enteras dedicadas a estos eventos, los festivales se llenaron de stands de distintas marcas y se gestó todo un festival paralelo, denominado ‘Nochella’, en el cual las firmas se desplazaron hasta Indio para montar sus eventos particulares, con cartel propio (véase el de Revolve este año, que contaba con artistas de la talla de Tokischa o Ice Spice), y a los que se accede de manera gratuita sólo con invitación: Irina Shayk, Emma Roberts o Paris Jackson se encontraban entre las invitadas a la fiesta de este año. 

Paris Jackson Revolve

Paris Jackson en la fiesta de Revolve.

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Pero sin duda la constatación más fácil de la diferencia entre los festivales de los 60 y los del siglo XXI se basa en el hecho de que mientras los primeros eran gratuitos o con una recaudación destinada a fines benéficos, las entradas más baratas para Coachella 2023 rozan los 500 dólares. 

El debut de Coachella en 1999 vino de la mano de la recuperación del estilo hippie fraguado en los festivales de música de los años 60. Con Woodstock como máximo referente de estilo, las coronas de flores, el crochet, las sandalias gladiadoras, el 'body paint' y la inspiración oriental de corte bohemio se convirtieron en el uniforme del festival por excelencia. 

Vanessa Hudgens Coachella 2012

Vanessa Hudgens en Coachella 2012.

/ Gtres

En la década de los 2010 el festival se convirtió en fenómeno de masas debido al auge de internet. Tomando el relevo de Kate Moss y Alexa Chung, celebrities como Gigi Hadid, Vanessa Hudgens o Kendall y Kylie Jenner se convirtieron en las reinas del estilo Coachella, que tomaron la simbología de la subcultura hippie y la adaptaron a las tendencias y siluetas de la época. 

Kendall Jenner Coachella 2016

Kendall Jenner en Coachella, 2016.

/ Gtres

Pero como Kendall confesó recientemente al recordar su look de Coachella en 2016, el estilo ha perdido su efecto, y ahora se ha vuelto casi ‘cringe’. Muchos afirman que el hecho de que los asistentes a los festivales se vistieran excéntricamente para atraer la atención mediática convirtió una forma de expresión individual y de libertad de estilo en un ‘disfraz’

Y es precisamente este juego de atención mediática el que ha mediado en los looks de las it-girls este año. En el mundo del famoseo, Coachella es uno de los eventos más importantes del año. El objetivo principal de los influencers que se desplazan hasta California es conseguir la máxima atención posible, look estrambótico mediante. Y si bien las Kardashian utilizaron esta estrategia al principio de su carrera para conseguir aparecer en todos los medios, con el auge de las influencers, este se ha convertido en el objetivo de demasiada gente. 

El branding de it-girls como Hailey Bieber o las Kardashian se basa en que no son como el resto de influencers, ellas están a otro nivel. Son CEOs multimillonarias que no necesitan competir por la atención mediática, porque ya han conseguido estar arriba del todo. Y si bien las redes sociales no han tardado en señalar la cotidianidad y la falta de originalidad que rige sus outfits, probablemente sea uno de los movimientos de PR más inteligentes que podían seguir estas celebrities, porque su indiferencia ante la competencia de estilismos que acontece en estas dos semanas las separa del resto y reafirma su poder

A pesar de este selecto grupo de celebrities que han apostado por el ‘quiet luxury’, el resto de invitadas y asistentes se ha rendido al juego de expresión individual que ofrece la moda festivalera, regalándonos looks que son una auténtica lección de estilo.

Las 7 mejores vestidas en Coachella y dónde fichar su estilo

Frente a la estandarización de la estética festivalera de Coachella, nuestras artistas favoritas nos han sorprendido sobre el escenario con auténticos lookazos. Además de los estilismos que nos han conquistado, os dejamos una selección de firmas españolas emergentes donde poder encontrar su estilo.

Weyes Blood

La artista lució en Coachella el vestido que le acompaña a todas partes desde que inició su 'Holy Flux Tour' en enero de este año. Diseñado por la codiciada firma neoyorkina Proenza Schouler, el vestido encarna la atemporal belleza griega con un simple cuello redondo y manga sisa que en el bajo de la falda se llena de vuelo, otorgándole un movimiento casi etéreo que se acentúa con la capa que le cae por los hombros.

La simplicidad del diseño, la pulcritud del corte y el minimalismo monocromático nos recuerdan al espíritu de Paloma Wool, la firma barcelonesa creada por Paloma Lanna hace casi una década y centrada en la sostenibilidad, la durabilidad y el confort de las prendas, resultando en una estética sobria y moderna con cierto aura de atemporalidad.

Rosalía

Rosalía actuando en Coachella 2023.

Rosalía actuando en Coachella 2023.

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Rosalía encarnó la fortaleza de la feminidad con esta blusa rosa de transparencias y volantes a medida diseñado por Acne Studios combinado con un top corsetero negro, unos pantalones de vinilo y unas gafas al más puro estilo Motomami. El look generó un poco de incomodidad a la artista, que confesó en redes sociales que se le enredaba al bailar sobre el escenario, pero irradiaba tanto poderío que le ha valido el título de una de las mejor vestidas del festival. 

La delicadeza de la prenda de Acne Studios mezclada con el aire de deconstrucción y el movimiento que le aportan los volantes generan un equilibrio interesante que nos recuerda a la diseñadora catalana Paola Molet, que, inspirada en el Romanticismo y el Modernismo, crea prendas únicas donde el volumen, el patronaje y la esculturalidad cobran protagonismo. 

Billie Eilish

Billie Eilish actuando en Coachella 2023.

Billie Eilish actuando en Coachella 2023.

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Billie Eilish se ha colado en nuestra lista de mejor vestidas con un look completamente 'oversized' al que ya nos tiene acostumbradas. Pero es que nos encanta. La forma en la que la artista se maneja entre volúmenes exagerados con tanta naturalidad nos sigue sorprendiendo. Todo un homenaje a los orígenes del streetwear; desde los pantalones baggy hasta el plumas salpicado de pintura blanca en referencia a la clase trabajadora. 

Este estilo inmediatamente nos recuerda a Boltad, la última firma en llevarse el premio de la Mercedes Benz Fashion Talent. La marca madrileña está capitaneada por Alberto Martín, caracterizado por incorporar referencias irónicas de sus colecciones, el empleo de materiales circulares, la intervención de prendas mediante el grafiti y su preocupación por la juventud y sus dificultades, que en última instancia les obligan al escapismo –un espíritu que respiraban la cultura del Hip Hop y el Rap, cuna del estilo que ahora se conoce como streetwear–. 

Ice Spice

La rapera eligió para su 'performance' en el escenario de Revolve un total look de PRISCAVera, firma neoyorquina conocida por sus eclécticos estampados y su estética dosmilera. El elegido por Ice Spice, unos relámpagos de colores cálidos, no podía ir más acorde con la energía que tiene la artista sobre el escenario, que es puro fuego. 

El diseñador barcelonés Sergio Castaño, al frente de la firma Syndical Chamber, confecciona monos y vestidos elásticos con los estampados más vanguardistas que ya han lucido artistas de la talla de Nathy Peluso o Bebe Rexha. Su diseño más icónico recibe el nombre de ‘Naked Dress’ y crea un trampantojo ilusorio con referencias a Jean Paul Gaultier y a las esculturas grecolatinas.

Charli XCX

Diseñado por Marni, el look que lució Charli para su primera actuación en Coachella es simplemente perfecto. Confeccionados en vinilo, tanto el body negro de 'cut outs' como los guantes y las botas altísimas que calzaba la artista, estaban decorados con apliques metálicos y brillantes, mezclando referencias al punk, al rock –especialmente con la biker negra que completaba el look– y al glam, que con las gafas de sol y la coleta larguísima acababan por incorporar también la estética Y2K. Una mezcla ecléctica que sin embargo funcionaba a la perfección por la unicidad de los materiales y la simplicidad de la silueta.

Es precisamente el eclecticismo lo que caracteriza a Reparto Studio, firma nacida en Madrid de la unión de una diseñadora vasca, Ana Viglione y un diseñador mexicano, Margil Peña. Su propuesta, crear personajes, les relaciona directamente con el mundo del espectáculo, un contexto perfecto para dar rienda suelta a la imaginación.

Zendaya

Zendaya, de rosa y negro en el Festival de Coachella

Zendaya, de rosa y negro en el Festival de Coachella

/ Getty Images

Zendaya hizo una aparición sorpresa sobre el escenario del artista Labrinth para interpretar dos temas de la banda sonora de ‘Euphoria’ con un vestido mini estilo ‘barbie core’. Ciertos elementos del vestido –la paleta rosada, los volantes del bajo y el aplique del lazo–, conjuntados con una camiseta blanca de tirantes debajo, le daban un aire casi 'teen' a la artista, que contrastaba fuertemente con su larga melena rizada y las botas negras de piel que calzaba hasta la rodilla.

Teenage Dream, cuyos diseños están inspirados por las vivencias de la adolescencia, ya ha conquistado a artistas como Amaia. Fundada en Valencia, produce sus prendas con materiales de calidad bajo el sistema 'made-to-order', apostando por el 'slow-fashion'.

Björk

No podíamos dejar fuera de los looks más icónicos de Coachella 2023 a Björk, que lució los conjuntos más estrambóticos de todo el festival. Los espectaculares vestidos confeccionados por Noir Kein Nomiya –firma que ha vestido a la cantante islandesa en incontables ocasiones– fueron combinados con los bodys de la firma Solangel, aportando un contraste de texturas rematado por las piezas que llevó la artista en la cabeza, realizadas por el artista James Merry. Volumen, textura y excentricidad fueron la clave de sus looks

Y es precisamente el volumen y el dramatismo las líneas que guían el diseño de la firma Reveligion, fundada por la sevillana María Rodríguez. Inspirada por el romanticismo y amante confesa del tul, la diseñadora casi parece una escultora de este material, que consigue transformar en auténticos vestidos de ensueño. 

Aunque las 'it girls' que asistieron al evento marcaron un nuevo paradigma en el estilo de Coachella, está claro que aún podemos contar con las artistas que se suben al escenario para disfrutar de la moda festivalera en su máximo esplendor.

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