Anya Taylor-Joy y su arriesgada propuesta en la alfombra roja de los BAFTA

El Royal Festival Hall del Southbank Center en Londres desplegaba el pasado 19 de febrero su alfombra roja para celebrar los Premios BAFTA y recibir a las mejores celebridades del panorama cinematográfico. Una 76ª edición en la que, después de tres años, hemos podido volver a disfrutar de la presencia de Kate Middleton, que ha lucido un look protagonizado por unos pendientes de Zara muy elegantes. Además de ella, Ana de Armas, (impecable de Louis Vuitton), Florence Pugh o Anya Taylor-Joy han logrado captar nuestra atención cada una con su propio estilismo (y alguno de estos de lo más arriesgado).

Ha sido el caso de Anya Taylor-Joy, que, como de costumbre, ha logrado sorprender sobre la alfombra roja, en esta ocasión con un diseño firmado por Schiaparelli en color ocre y de terciopelo. El estilismo estaba formado por un vestido mini, con cuatro lazos decorativos y un escote de palabra de honor de lo más favorecedor. Lo llamativo de este look, sin embargo, no ha sido el diseño del vestido, sino la gigante capa o velo a juego que nos ha recordado al estilismo que llevó Nieves Álvarez en los recién celebrados Premios Goya 2023.

Su elección para el calzado fue algo más tradicional y es que optó por unas sandalias de tacón de aguja con brillantes de la firma Aquazzura. Brillantes que también quiso lucir en las joyas, concretamente, en pulsera, anillo y gargantilla.

El 'beauty look' de Anya Taylor-Joy fue bastante más sencillo, pues ya logró llamar toda la atención con su estilismo. La británica-argentina lució su característica melena rubia al natural con unas ondas muy discretas, mientras que para el maquillaje optó por una piel natural y unos labios de rojo aunque discretos.

De esta manera, el look de Taylor-Joy ha sido proclamado como uno de los más arriesgados de la alfombra roja y, aunque no han sido todas buenas las criticas que ha recibido, la protagonista de 'Gambito de Dama' supo cómo lucirlo y defender este diseño de Schiaparelli con mucha elegancia.

Un diseño que pudimos ver hace pocas semanas sobre la pasarela de la Semana de la Alta Costura de París, para la temporada de primavera-verano 2023. Mismo desfile que se convirtió en uno de los más virales y controvertidos debido al realismo de las cabezas de animales que incorporaban algunos de los vestidos, como el que lució Irina Shayk.