María Tena: “Somos vida, es muy difícil entender la muerte”

La premiada escritora emociona con La vida al borde (Alba Editorial), una novela luminosa y sanadora que nos sumerge en el microcosmos de un hospital.

María Tena apertura
María Tena apertura / Pablo Á. Mendivil

De sonrisa fácil, carácter vital y frases atropelladas, la escritora María Tena desbordaba humor durante la presentación de su nuevo libro La vida al borde (Alba Editorial). Es la sexta novela que escribe en su interesante y cosmopolita trayectoria laboral. Una carrera que le ha llevado a trabajar en el Ministerio de Cultura, en la Expo de Shanghái 2010 o en la editorial Alba (como Directora Literaria de la Colección Contemporánea), y a ser galardonada con grandes premios literarios como el de Tusquets por Nada que no sepas (2018).

El hospital y la enfermedad son dos claves de La vida al borde y, sin embargo, es una novela positiva que aporta luz a ambos términos. La protagonista, Teresa, es una mujer de unos cuarenta años, profesora de literatura, madre de dos hijas y casada con un hombre al que ya no ama. Una noche descubre que le ha vuelto a salir un bulto en el pecho, por lo que deberá ser ingresada por varias semanas. Allí se hace amiga de personas con la que probablemente nunca hubiese entablado ni una conversación fuera de aquellos muros. Un señor mayor que quiere cambiar de vida, Tomás; una mujer soñadora, enrocada en relaciones pasadas y tóxicas, Paula; o un antiguo alumno desorientado con su vida, Felipe. Gente, toda, con unas tremendas ganas de vivir y cuya estancia en el hospital les transformará para siempre.

¿Cómo nace la novela “La vida al borde”?

Siendo muy joven tuve una enfermedad muy grave y desde entonces los hospitales han estado muy presentes en mi vida. Siempre vi que el hospital era un gran tema que quería explorar. He pasado muchas horas en ellos y aunque la novela no es autobiográfica traduce un clima un lugar que conozco bien.

¿Como describiría el microcosmos que se crea dentro de un hospital y que tan bien releja la novela?

Exactamente, es un microcosmos. El hospital es como la vida misma, aunque los enfermos están dentro de un lugar en el que normalmente no pueden escaparse. Y me río mientras escribo porque en esta novela hay un momento en que algunos enfermos se escapan.

¿Cuánto hay de su propia experiencia personal en la novela?

Alguna parte de la novela se parece a los hospitales en los que he estado, lo que sucede es que en mi caso me curé. Eso lo cambia todo, yo he podido vivir una vida tranquila y feliz.

A usted misma le hicieron una diagnosis equivocada en la que le daban una semana de vida. ¿Qué sucede en un momento así? ¿Cómo se siente una desde esa “Vida al borde”, viendo tan cerca la muerte?

Es muy difícil entender la muerte. Es algo que no sabemos expresar ni entender. Somos vida, eso lo entendemos. La muerte propia no la entendemos.

La vida al borde

La vida al borde

/ Alba Editorial

¿Qué destacaría de Teresa la protagonista de “La vida al borde”?

Parece una mujer valiente y tiene muchas ganas de curarse y de vivir la vida a lo grande. Creo que en un libro como este las personas van buscando la salida y la vida.

¿Y de Tomás otro de los personajes destacados?

Tomás es un personaje que empezó siendo alguien oscuro y difícil pero poco a poco se ha ido animando con su propia vida. No importa que el final sea difícil sino lo que consigue con sus ganas de vivir.

¿Por qué cree que hay gente que no desea que le den el alta de un hospital?

Cuando alguien lleva mucho tiempo en un hospital se va acostumbrando a vivir así. Y aunque parezca mentira hay personas a las que les cuesta mucho volver a su casa. Así somos los seres humanos, nos acostumbramos a todo.

Otro tema de la novela es el desamor dentro del matrimonio, ¿Qué le interesaba explorar o decir exactamente?

No me interesaba en concreto el tema del desamor en la novela, creo que tanto el amor como el desamor son una constante en nuestras vidas y todo esto pasa en este libro. A mi me interesa cómo las personas cambian, cómo evolucionan y esto no siempre ocurre en paralelo con las parejas.

María Tena

María Tena

/ Pablo Á. Mendivil

En la presentación de su libro calificaron su novela de luminosa y sanadora. ¿Por qué son dos buenos adjetivos para definirla?

La novela es sanadora porque es optimista, parte de la base de que allí donde hay enfermedad también hay vida, aunque no haya esperanza también hay vida. Esto no es una novela de autoayuda, pasan cosas fuertes pero siempre merece la pena vivir.

“La escritura como pomada para que cicatricen las heridas” ¿Por qué recomendar escribir a la gente que padece una enfermedad?

La escritura siempre ayuda para aclarar y poner cosas en perspectiva. Siempre ordena, y cuando todo está ordenado el resto resulta más fácil.

¿Qué otros consejos o reflexiones darían a aquellas personas que están enfermas?

Dar consejos no sé si es muy válido, yo creo que es mejor acercarse a la persona, alguien con una enfermedad puede tener otros muchos problemas. Yo no soy ningún gurú, pero mi experiencia me ha hecho quitarle protagonismo a la enfermedad, no dejar que esta se apodere de tu persona, eso sí creo que podría ser un buen consejo.

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