¿Por qué condujo el príncipe Harry por el túnel del Alma a 100 km/h donde murió su madre Diana de Gales?

El lanzamiento de Spare (en español En la sombra), las memorias del príncipe Harry de 557 páginas, muestran a un niño de doce años que no sabe gestionar la muerte violenta e inesperada de una madre joven y hermosa, la mujer más fotografiada del mundo

El príncipe Harry conduciendo un coche

El príncipe Harry conduciendo un coche mientras pide que no le tomen fotos.

/ Gtres

Quizás sean los episodios de su vida que merezcan toda nuestra empatía, e incluso olvidar por unos minutos los millones que ha cobrado por desvelar los misterios de su familia o la insistencia en presentarse como la víctima de un sistema donde él ocupa la cúspide de los privilegiados.

El día que murió su madre Harry tenía doce años y no entendía nada. Más que no entenderlo se negaba a creer lo que estaba pasando. No recuerda la última conversación informal con su madre, pero sí recuerda que cenaba con su hermano Guillermo varitas de pescado y veía la tele en el castillo de Balmoral. También cuenta las palabras de su padre al día siguiente (31 de agosto de 1997): “Lo han intentado, hijo, pero me temo que no se ha recuperado”.

Hasta bien entrada la treintena Harry apenas hablará con nadie de la muerte de su madre. No busca ayuda psicológica, y ni siquiera es un tema de conversación con su hermano, el príncipe Guillermo. Confiesa, incluso, que se negaba a creer que estuviera muerta. Le gustaba imaginarla escondida con gafas de sol y peluca en algún lugar remoto, fuera del alcance de los tabloides y los Windsor.

Ha borrado casi todos los recuerdos de su madre, su risa y su voz. Este desgarro marca toda a vida del príncipe y está muy presente en la primera parte del libro. Quizás sea lo más verosímil de todas las memorias.

Su negativa a hablar de la muerte de su madre ocultaba una obsesión que le hizo revisar una y otra vez todos los informes policiales del accidente, y que lo llevó a los 23 años a atravesar a 100 km/h el Túnel del Alma en París, para reproducir las circunstancias que llevaron a la muerte a Lady Di. Un experimento extremo que también hizo Guillermo, según cuenta el libro.

África, un territorio muy querido por Lady Di se convirtió también para él en el centro de su vida. Algo de consuelo encontró ayudando a los más pobres y brindando su figura y su popularidad al apoyo de causas nobles. Cuenta Harry en su libro que no había podido hablar de todo esto hasta ahora. Ahora, asegura, siente por primera vez a su madre, más cercana que nunca gracias a Meghan Markle.

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