Máxima de Holanda: cómo ha logrado ser una de las reinas más queridas de Europa

Ni el turbio pasado de su padre con el gobierno de Videla, ni los numerosos escándalos que le ha atribuido la prensa del país, han conseguido ocultar su personalidad cercana y extrovertida.

La reina Máxima de Holanda
La reina Máxima de Holanda / Gtres

Todo el mundo la conoce y la adora. Estamos hablando de Máxima de Holanda, quizá una de las reinas más queridas del mundo y una mujer que siempre ha tenido muy claro su papel. Su popularidad hace que vaya donde vaya sea noticia, como, por ejemplo, durante los Juegos Olímpicos que tienen lugar estos días en París, y donde la hemos visto feliz, sonriente y cercana junto a su familia. Su forma de vestir, de caminar, de hablar, la acercan al pueblo y han hecho de esta mujer de 53 años una de las figuras más destacadas de la realeza europea.

Máxima de Holanda es una de las reinas más conocidas de Europa, como quedó claro en el programa de TVE 'Lazos de sangre' que se acerca ahora a las 'Nuevas reinas', un documental que analiza el papel de las consortes en las modernas casas reales de Europa y que en esta ocasión se centró en la monarca holandesa. Algunos de los expertos que acudieron al plató no dudaron en calificarla de distintas maneras. "Es graciosa y divertida", explicó Nacho Montes. "Espontánea y cercana" la describía Mabel Galaz. El destino quiso que Máxima conociera en 1999 al entonces príncipe Guillermo Alejandro en Sevilla durante la Feria de Abril y, según cuentan, la química entre ambos fue instantánea, aunque Máxima no sabía que estaba hablando con un príncipe. Una anécdota que añade un toque de romanticismo a su historia de amor.

Máxima de Holanda en una de sus visitas

Máxima de Holanda en una de sus visitas

/ Gtres

Máxima de Holanda: una reina que nunca lo tuvo fácil

Su carisma, elegancia y dedicación a diversas causas humanitarias la han convertido en un icono, no solo en su país adoptivo, sino en todo el continente. Sin embargo, su camino hacia el matrimonio con el rey Guillermo Alejandro no estuvo exento de obstáculos y controversias. En la serie que se ha hecho sobre su vida, 'Máxima', y que se puede ver en Antena 3, nos cuentan las dificultades a las que se tuvo que enfrentar hasta llegar a donde está ahora y cómo fue su romance con el rey holandés.

Una serie inspirada en la biografía de la periodista holandesa Marcia Luyten, 'Máxima Zorreguieta: Madre Patria' que nos acerca a la reina de sangre latina más famosa del mundo (con permiso de doña Letizia) y de la que ya se prepara una segunda temporada. De hecho, y como aseguraba Mabel Galaz en 'Lazos de sangre', "costó que el gobierno de Holanda aceptara la relación". ¿Por qué? Pues muy sencillo, porque Máxima era la hija de Jorge Zorreguita, secretario de Agricultura y Ganadería durante la dictadura argentina. "Esto era un gran obstáculo en la relación", relató la periodista. 

Máxima de Holanda, junto a su marido, el rey Guillermo Alejandro

Máxima de Holanda, junto a su marido, el rey Guillermo Alejandro

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¿A qué tuvo que renunciar Máxima de Holanda para ser reina?

Este es otro de los temas más polémicos que han rodeado la vida de la actual reina de Holanda. A medida que la relación entre Máxima y el entonces príncipe Guillermo Alejandro se consolidaba, comenzaron a surgir rumores sobre su posible matrimonio. Sin embargo, el pasado político de su padre representaba un obstáculo significativo. Jorge Zorreguieta había sido ministro durante la dictadura argentina, un periodo oscuro marcado por violaciones a los derechos humanos, lo que generó controversia y oposición en los Países Bajos, donde la memoria histórica y la justicia social son temas de gran importancia.

El Parlamento neerlandés llevó a cabo una investigación para determinar el papel exacto de Zorreguieta durante la dictadura. A pesar de que no se le pudo vincular directamente con violaciones a los derechos humanos, la presión pública fue tal que se decidió que no asistiría a la boda real. Este compromiso permitió que el matrimonio siguiera adelante, aunque la controversia dejó una huella en la opinión pública. Máxima tuvo que hacer una renuncia para evitar las polémicas. "Se tuvieron que casar sin la presencia de los padres de ella, por lo que renunciaba a su pasado", narró en el programa el periodista Euprepio Padula.

Desde su ascenso al trono en 2013, tras la abdicación de la reina Beatriz, Máxima ha desempeñado su papel como reina consorte con dedicación y gracia. Su enfoque se ha centrado en causas humanitarias y sociales, como la inclusión financiera y el bienestar infantil. Máxima es una defensora apasionada de la educación y el empoderamiento económico, trabajando con organizaciones internacionales y siendo una figura prominente en la ONU.

Además de su trabajo humanitario, Máxima ha sabido ganarse el cariño de su pueblo a través de su cercanía y accesibilidad. Habla neerlandés con fluidez, a pesar de que no era su lengua materna, y ha demostrado un compromiso genuino con la cultura y tradiciones del país. Su estilo impecable y su capacidad para conectar con personas de todas las edades y orígenes la han convertido en una de las reinas más queridas de Europa.

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