El curioso significado de los cordones de cadete de la princesa Leonor

Cuando no había pasado ni un día de que la princesa Leonor ingresara en la Academia General Militar de Zaragoza, nos llegaron sus primeras imágenes en plena instrucción. En ellas aparecía vistiendo la chaqueta que la convertía en nueva integrante del Batallón de Cadetes. 

Este era solo uno de los uniformes militares que pasarían a formar parte del día a día de la heredera al trono, al igual que del resto de sus compañeros. En total son cuatro: un traje gris para acudir a clase a diario que consta de chaqueta y pantalón, un traje de calle o representación color caqui que se utiliza generalmente para estar en la Academia, el traje de gala o etiqueta que está formado por un pantalón rojo y una casaca azul marina que es el que utilizó la princesa de Asturias en su jura de bandera, y, por último, el uniforme de maniobra. La sastrería zaragozana La Fama ha sido la encargada de confeccionar todas estas prendas que llevan los miembros de la AGM, una tarea que lleva desempeñando desde hace más de treinta años. 

Si nos centramos en el uniforme de representación del Ejército de Tierra, aquel que la princesa Leonor lució en la ceremonia de entrega de sables el pasado mes de septiembre, comprobaremos que uno de los detalles que más llama la atención son los cordones que cuelgan desde el hombro hasta quedar prendidos en la zona del pecho. 

La historia detrás de los cordones del uniforme de Leonor

También llamados cadeteros, este atributo del uniforme militar que tiene un intenso color rojo y termina en unos conos de metal que en otros países se usan para asistir a los superiores y tomar notas. De hecho, es un distintivo de ciertos oficiales y soldados de las fuerzas armadas de muchas nacionalidades. 

Según cuenta el diario Heraldo partiendo de la web oficial de la Academia General Militar, para entender el origen de estas cuerdas trenzadas hay que remontarse hasta la Guerra de Flandes, cuando las tropas españolas lucharon en el siglo XVI bajo el mando de Fernando Álvarez de Toledo, Duque de Alba conocido como “Duque de Hierro". 

Cuenta la historia que, como medida contra la falta de valentía e iniciativa de parte de sus tropas se planteó ahorcar a sus miembros, lo que provocó que los soldados se colgaran del cuello una cuerda con un clavo como símbolo de su resentimiento. En cambio, dado que después demostraron con acciones su valía, estos cordones pasaron a convertirse en un símbolo de distinción.

Se llevan desde entonces sobre una de las hombreras del uniforme y desde ahí cuelgan por el pecho hasta unirse junto a los botones en el centro de la camisa.

A partir de 1762 se instauró el uso de las conocidas como "cadeteras" para los auxiliares del ejército y, pese a que se suprimieron en 1875, en 1927 recuperó su utilización con su diseño actual que es el que se mantiene hoy en día incluso en lo alumnos en periodo de formación como es el caso de la princesa Leonor.