Nicole Kidman habla sobre las imágenes 'celebrando' su divorcio con Tom Cruise: "No era la vida real"
La actriz australiana no tiene problema en hablar sobre su exmarido y confiesa que el divorcio fue muy duro para ella.
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Hace 23 años, Nicole Kidman firmaba el divorcio con Tom Cruise, rompiendo una de las parejas más míticas del cine tras once años de matrimonio. Las dos estrellas de Hollywood se conocieron en el rodaje de Días de trueno. En aquella película, él interpretaba a un piloto automovilístico muy seductor y ella a una joven doctora. La química de los personajes traspasó la pantalla de una manera inmediata, pues tan solo meses después de acabar la grabación se casaron, en 1990, él con 28 y ella con 23 años.
Cuando se conocieron, Tom Cruise aún estaba casado con Mimi Rogers, la mujer que lo inició en la cienciología; mientras que Nicole Kidman era una joven recién llegada de Australia de la que todavía no se había empezado a hablar. La actriz declaró más adelante que en los primeros meses de matrimonio ya estaba "desesperada" por tener un bebé con el hombre que es considerado uno de los más sexies del mundo, pero su dificultad para quedarse embarazada los empujó a adoptar a dos niños en 1992 y 1995.
No se sabe exactamente cuál fue el motivo de la ruptura y existen varias teorías. Una dice que fue tras el desgaste por el rodaje de la película de Stanley Kubrick Eyes wide shut, otra que Tom Cruise la engañó con Penélope Cruz (cosa que ella acabó desmintiendo) y la tercera habla de la influencia demasiado grande de la cienciología -la doctrina religiosa que el actor sigue al dedillo- sobre la pareja. Lo que sí sabemos con certeza es que, al salir de firmar los papeles del divorcio, Nicole Kidman parecía extremadamente feliz.
Nada de felicidad ni alivio
Dos imágenes en las que se ve a la actriz eufórica y en posición de celebrar algo se han hecho virales en muchos momentos desde entonces. Pero no, Nicole Kidman no se sintió aliviada ni feliz cuando firmó aquellos papeles, y ahora ha hablado al respecto. La imagen ya se ha convertido en un símbolo de liberación, pero ante la pregunta de si conocía la fotografía y su repercusión, la australiana ha respondido sin tapujos en una entrevista para GQ: "Esa no era yo, era de una película, no era la vida real".
El cineasta Stephen Daldry ha confirmado que, por aquel entonces, ella no tenía ningunas ganas de festejar. Daldry la dirigió en Las Horas, donde su interpretación de Virginia Woolf le valió un Oscar, y el mismo medio ha recogido sus declaraciones: "Uno de los desafíos que tuvo entonces es que estaba en medio de un trauma emocional". "Era muy vulnerable y eso la disponía emocionalmente; por lo que emprendió un verdadero viaje conmigo", continúa diciendo el director.
"Creo que una de las formas en que sobrevivió a ese proceso fue sumergirse en el mundo de su personaje y volcarse en el trabajo. Fue una forma de borrar las consecuencias de esa ruptura en su vida privada, invirtiendo toda su energía y dolor en el papel", concluye. La actriz dejaba atrás más de una década de dicha y amor, dos hijos en común -que siguieron los pasos de su padre en la cienciología y se distanciaron de su madre- y unos años en los que consiguió abrirse un hueco en la industria del cine junto al actor del momento.
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