Granitos a los 40: así puedes despedirte de ellos

Se conoce como acné tardío a aquel que aparece pasados los 25 años y, pese a lo que pueda parecer, es más habitual de lo que creemos. ¿Las principales culpables? Las hormonas, pero no son las únicas. Y es que, algunas mujeres ven cómo los granitos aparecen en momentos concretos de su ciclo menstrual pero, en cambio, otras los padecen en cualquier momento. En este caso, entran también en juego factores como el tener una piel más grasa, abusar de productos que taponen los poros, tener una dieta alta en grasas y azúcares y, por supuesto, el estrés.

Diferencias con el acné adolescente

Hay una primera distinción clara: mientras que los granitos de los jóvenes suelen aparecen en la zona T (frente, nariz y barbilla), en el caso de la mujer este suele tener forma de U, de tal forma que los brotes salen alrededor de la boca, en la barbilla y en el cuello. Además, en la edad adulta, suele producirse una mayor inflamación, a menudo acompañada de supuración, por lo que hay una mayor tendencia a que los granos dejen marcas o cicatrices en la piel.

Otra de las grandes difencias es que, si en la adolescencia el acné suele mantenerse en el tiempo, en los casos tardíos los granitos aparecen en forma de brotes con cierta periodicidad.

Cómo tratar el acné adulto

Lo primero y fundamental es acudir a un dermatólogo que pueda valorar de primera mano el caso y, ante esto, recomendar el tratamiento que mejor se adapte a tus necesidades, ya que, muchas veces puede requerirse el uso de tratamientos tópicos o, incluso, orales. Sin embargo, hay una serie de cosas que puedes empezar a hacer, desde ya, y que pueden ayudarte a mejorar tu piel. Para empezar, es fundamental llevar una buena rutina de limpieza, preferiblemente doble, tanto por la mañana como por la noche. Además, la cosmética también juega un papel principal a la hora de mejorar la textura de nuestra piel, especialmente, aquellos productos que incorporan en su formulación ingredientes como el ácido salicílico o el succínico. Además, este último, esta adquiriendo, cada vez, mayor relevancia por su tolerancia, ya que es igualmente eficaz y apto para pieles sensibles. Aunque, eso sí, antes de incluirlos en tu ‘skincare’, si estás llevando cualquier otro tratamiento que te haya pautado el médico, es necesario que consultes si puedes mezclarlos, para evitar cualquier tipo de incompatibilidad.

Si buscas una solución para tratar, a la vez, las arrugas y el acné, te recomendamos que pruebes el sérum ‘Anti Blemish Solutions’, de Clinique, especialmente formulado para hacer frente a ambos.