Así influyen los cambios hormonales en el aspecto de tu piel
El embarazo, la menopausia, el ciclo menstrual... A lo largo de nuestra vida experimentamos constantes cambios relacionados con las hormonas. Y sí, todos tienen un reflejo directo en la piel. Por tanto, identificar esas huellas es clave para tratarlas e, incluso, identificar alguna patología.
"Ya me ha salido el grano de la regla". Esta frase que puede sonarnos a mito esconde una verdad como un templo: el ciclo menstrual afecta de manera directa a nuestra piel. Desde la Fundación Piel Sana, de la Acadamia Española de Dermatología, nos recuerdan que durante la fase lútea -entre la ovulación y la menstruación como tal- se produce un aumento de la progesterona. Esta hormona suele desencadenar la aparición de grasa, comedones (granitos) y agravar el acné. Así que sí: esa espinilla que tiene una cita puntual contigo (normalmente en la barbilla, la nariz o la frente) cada mes antes de tu regla está relacionada con los cambios hormonales.
De hecho, como explica la doctora Rebecca García, CEO de las clínicas Doctor Life, especializadas en terapias de Optimización Hormonal, "las hormonas juegan un papel muy importante en la piel, debido a que esta es un órgano hormonodependiente, por lo que su apariencia y textura dependen de la cantidad de hormonas que secreta el organismo". Otro ejemplo evidente es la adolescencia. "En la pubertad ya empieza el proceso de transformación, pasando de esa piel delgada, suave y limpia de cuando somos niños a una más gruesa", señala la doctora. Las hormonas -estrógenos, principalmente, pero también andrógenos y progesterona, se encuentran detrás de ese cambio. Además de engrosar la piel, estimulan las glándulas sebáceas incrementando la producción de grasa en zonas como la cara, la espalda, o el pecho.
Pero no todo tiene que ver con el acné. Según pasa el tiempo, las variaciones en nuestros niveles hormonales dejan otras huellas. "Al acercarse a la menopausia, los estrógenos van disminuyendo y eso se traduce en flacidez y sequedad cutáneas. También experimentamos un recambio celular a un ritmo más lento y se suma a una pérdida de elastina y colágeno, que marca más las arrugas", detalla la doctora García. Y quienes se queden embarazadas tampoco se libran... Es una de las épocas de mayores cambios en las hormonas. Algunas mujeres tienen la suerte de disfrutar de una piel más jugosa, suave y uniforme durante casi nueve meses, sin embargo, muchas otras experimentan brotes de acné, picores, dermatitis y aparición de manchas.
Un estudio de la doctora Aurora Guerra, jefa de sección de Dermatología en el Hospital 12 de Octubre (Madrid),afirma que "los cambios cutáneos durante el embarazo son sumamente frecuentes. Por ejemplo, la hiperpigmentación de los pezones, areolas, genitales externos y línea alba abdominal ocurre en el 100% de las embarazadas. Además, el 50% de las mujeres gestantes desarrollan melasma (manchas oscuras en la cara, principalmente en la zona del bigote, mejillas o frente)". Además, la publicación reconoce que las hormonas se encuentran como la causa primaria o secundaria de todos estos cambios fisiológicos en la piel. Otras situaciones hormonales delicadas para el aspecto de la tez serían el hipo e hipertiroidismo. Tanto es así que algunos síntomas cutáneos permiten a los médicos diagnosticar estas alteraciones en la tiroides.
Vista la relación tan estrecha que existe entre los cambios hormonales y el aspecto de la piel cabe preguntarse si hay que modificar la rutina cosmética cada vez que se dé una alteración. La mayor parte de los expertos coinciden en que puede ser beneficioso evitar ciertos cosméticos o incluir otros de forma puntual, pero que tampoco hay que cambiar de neceser tan a menudo. Por ejemplo, ante la aparición de granitos, la doctora Rebecca García recomienda aumentar la limpieza de la cara con fórmulas desengrasantes que no resequen y huir de los productos grasos. Mientras que cuando se acerca la menopausia "puede ayudar una crema que contenga fitoestrógenos para reponer los niveles hormonales e hidratantes que ayuden a restaurar los lípidos", recomienda. En cualquier caso, y como norma general, la hidratación, la correcta limpieza y la protección solar seguirán siendo tus mejores aliados.
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