Si aún no tienes planificadas tus vacaciones, tienes que fichar estos 4 destinos "buenos, bonitos y baratos"

Planificar unas vacaciones de ensueño no tiene por qué ser caro. De hecho, es posible, incluso, viajar por Europa sin tener que invertir demasiado. Y es que, el continente ofrece una amplia gama de destinos que son no solo bonitos y están llenos de historia, sino que también son también accesibles para el bolsillo. Así que, si aún no tienes decidido tu próximo destino, aquí te presentamos cinco opciones que cumplen con las famosas tres ‘B’, es decir, son "buenos, bonitos y baratos".

Cracovia, Polonia

Esta ciudad es una de las joyas escondidas de la Europa del Este. Con su centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una vibrante vida cultural, esta ciudad ofrece una experiencia completa sin romper el banco. Te recomendamos que no dejes de visitar su famosa Plaza del Mercado, que tiene el honor de ser la plaza medieval más grande de Europa y está rodeada de edificios históricos, cafeterías y restaurantes. Tampoco puedes perderte el Castillo de Wawel, que ofrece una vista panorámica de la ciudad y alberga importantes piezas históricas o el Barrio Judío de Kazimierz, muy popular por su historia y su agitada vida nocturna.

Budapest, Hungría

Es famosa por sus impresionantes edificios históricos, baños termales y una vibrante vida nocturna. Dividida por el majestuoso río Danubio, ofrece una experiencia inolvidable a precios más que asequibles. Como curiosidad, debes saber que allí se encuentran los baños termales más grandes de Europa –Baños Széchenyi–, ideales para relajarse. Además, no debes dejar de visitar el Bastión de los Pescadores, desde donde tendrás unas vistas espectaculares del Parlamento y del Danubio; o el Gran Mercado Central, un lugar perfecto para probar delicias locales y comprar recuerdos.

Lisboa, Portugal

En la capital del país vecino se conjugan a la perfección historia, cultura y modernidad. Sus calles empedradas, tranvías clásicos y vistas al río Tajo crean una atmósfera única, capaz de hacerte viajar en el tiempo. ¿Entre sus imprescindibles? El Barrio de Alfama, el más antiguo de la ciudad, conocido por sus calles estrechas y casas coloridas, o el Castillo de San Jorge, que ofrece una vistas panorámicas impresionantes. Además, no puedes dejar de probar los famosísimos ‘Pastéis de Belém’, unos pasteles de nata que podrás comprar en el barrio de Belém.

Praga, República Checa

Con su impresionante arquitectura gótica y barroca, es uno de los destinos más románticos y económicos de Europa. Su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad, te transportará a otra época. Allí se encunetra el Puente de Carlos, uno de los más icónicos del viejo continente y que es perfecto para un paseo al atardecer. No dejes de visitar el Castillo de Praga, desde donde podrás disfrutar de unas vistas increíbles o el Reloj Astronómico, un reloj medieval que ofrece un auténtico espectáculo cada hora.