Este es el sencillo truco para que la flor de Pascua nos dure todas las Navidades

Si hay un elemento que predomina en la decoración navideña esa es la flor de Pascua, también conocida como Poinsettia, todo un símbolo de estas fechas. Sobre la mesa, a los pies del árbol, junto al Belén, o en un rincón, lo que la hace tan especial son sus vibrantes hojas rojas que nos aportan un toque de color y calidez a cualquier hogar. Sin embargo, mantener esta planta en buen estado durante todo el periodo navideño puede ser un desafío así como garantizar su supervivencia más allá de las fiestas.

Esta planta se ha ido haciendo un hueco para teñir de rojo maceteros y escaparates de todo el mundo y, por eso, es importante saber cuál comprar. Siempre hay que eligir el ejemplar en el que veamos más flores cerradas ya que, si están abiertas, se secarán antes y con ellas, sus brácteas rojas. Las hojas de la parte baja de la planta, a ras de suelo, deben ser de un color verde oscuro y hay que evitar las que tengan hojas amarillentas porque son plantas estresadas que no podrán desplegar todo su potencial. Pero, y este es el truco más buscado estos días, también hay que saber elegir bien el lugar en el que la vamos a colocar para que nos dure todo el periodo navideño.

Dónde hay que colocar la flor de Pascua para que dure toda la Navidad

La ubicación es un factor crucial para el cuidado de la flor de Pascua. Esta planta adora la luz natural, pero el sol directo puede dañar sus hojas por lo que lo ideal es colocarla cerca de una ventana donde reciba luz indirecta. Es importante que evitemos ponerla cerca de corrientes de aire, como puertas o ventanas que se abren con frecuencia, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden ser perjudiciales para ella.

De esta forma, y para que no se le caigan poco a poco las hojas y podamos disfrutar de la de flor de Pascua todas las fiestas, debemos tener en cuenta más cosas. La Poinsettia prefiere un ambiente cálido cuya temperatura ideal oscile entre los 15 y 22 grados. Es importante evitar exponer la planta a temperaturas muy bajas durante la noche y la ubicación debe estar lejos de fuentes de calor directo, como radiadores o chimeneas, ya que el calor excesivo puede secarla rápidamente.

Cómo y cuándo debemos regar la flor de Pascua

El riego es otro aspecto esencial en el cuidado de la flor de Pascua. Regarla moderadamente es clave ya que el sustrato debe estar ligeramente húmedo, pero no encharcado. Es aconsejable esperar a que la tierra esté casi seca antes de volver a regarla, además de asegurarnos de que la maceta tenga un buen drenaje para evitar el exceso de agua.

Como le ocurre a la mayoría de las plantas, estas pueden sufrir estrés. Por eso, un error común es cambiarlas frecuentemente de lugar, buscando el sitio perfecto. La flor de Pascua puede estresarse con los cambios constantes, de ahí que es recomendable que, una vez que encontremos una ubicación adecuada con las condiciones mencionadas, intentemos mantenerla allí.

¿Y qué pasa cuando finalice la Navidad? Si la planta ha sobrevivido, ¡estamos de suerte! Cuando termine el invierno y los días sean más largos podemos optar por plantarla en el exterior. Eso sí, no olvidemos primero podarla con tijeras, ya que ramifica fácilmente, y después fertilizarla.

Es difícil que sobrevivan al verano, pero, si aguantan hasta el otoño, comienza el momento de intentar que sus hojas se vuelvan rojas de nuevo. Para ello deberemos dejarla a oscuras completamente 14-16 horas al día, y por las mañanas ponerla al sol. Cuanto más luz y sol, más fácil que sus hojas se vuelvan rojas. Así que ya sabes, basta con seguir estos consejos sobre ubicación, temperatura, riego y humedad para poder disfrutar de la belleza de la flor de Pascua durante toda la Navidad y, posiblemente, mucho más allá.