El precioso pueblo de España perfecto para una escapada: noches a menos de 30 euros

Un rincón perfecto para huir de las aglomeraciones y los precios altos

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A nadie se le escapa la subida de precios, la inflación, el encarecimiento de la vida. Esto, claro, se traslada a los viajes. Y cada vez se dificulta más encontrar sitios con precios bajos para pasar la noche. Hay pueblos que todavía mantienen viva la idea de viajar sin grandes gastos.

Albarracín: un viaje al pasado medieval

Albarracín, en la provincia de Teruel, es un rincón perfecto para vacacionar más tranquilo y más económico. Sus estrechas calles empedradas y sus casas de color rojizo evocan un pasado medieval que aún se respira en cada rincón. Al pasear por sus callejones, te encontrarás con puertas talladas, balcones de hierro forjado y ventanas con delicados visillos de encaje. Toda la arquitectura que vayas encontrando será digna de fotografiar, de admirar.

Tiene rincones como este.

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No puedes perderte la Plaza Mayor, el corazón del pueblo, donde la historia se entrelaza con la vida moderna. En ella, podrás admirar el Ayuntamiento y disfrutar de las terrazas que invitan a sentarse y contemplar el entorno. Desde sus balcones, las vistas hacia la catedral y su imponente campanario son espectaculares, recordando el esplendor que caracterizó a Albarracín en épocas pasadas.

Naturaleza y cultura en los alrededores de Albarracín

Además de su riqueza histórica, y de sus precios moderados, Albarracín está rodeado de una naturaleza imponente que invita a perderse. El paseo fluvial junto al río Guadalaviar ofrece un respiro entre la naturaleza, con caminos que serpentean entre viejos molinos y presas, permitiendo cruzar el río a través de pasarelas de madera. Este recorrido es ideal para quienes desean disfrutar de una caminata tranquila mientras descubren diferentes vistas del pueblo y sus alrededores.

A pocos kilómetros de Albarracín, se encuentra el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno. Este espacio natural sorprende con su combinación de verdes pinares y rojizos acantilados de piedra arenisca, creando un entorno de gran belleza. Además, aquí se conservan algunas de las mejores muestras de arte rupestre levantino.

Con precios de alojamiento que pueden bajar de 30 euros por noche, Albarracín es un destino accesible y encantador para quienes buscan una escapada diferente, donde la historia, la cultura y la naturaleza se ponen al servicio de los visitantes.