Por qué todo el mundo habla del ayuno de dopamina y qué dicen los expertos al respecto
La última moda californiana propone la contención en el consumo de comida y bebida, pero también en el sexo o el uso de las tecnologías, con el fin de desconectar.
Se llama ayuno de dopamina y parece ser la última moda del Silicon Valley, uno de los rincones más tecnológicos y avanzados del planeta y de donde han partido algunos de los hábitos que hemos adoptado en los últimos tiempos, con mayor o menos fortuna. De hecho, existen ya libros y numerosos artículos en medios estadounidenses dirigidos a dar a conocer esta técnica que también comienza a inspirar a análisis en profundidad y algún detractor.
Y bien, ¿en qué consiste el ayuno de dopamina? Además de incluir el ayuno de alimentos y bebidas que se ha convertido en tendencia en el último año, abarca la abstinencia en otros terrenos como las tecnologías (no permite utilizar el móvil ni el ordenador ni la tele ni la radio) o el sexo. La finalidad sería lograr la desconexión de todo lo que nos rodea durante 24 horas, tiempo que debemos emplear en reencontrarnos con nosotros mismos y alcanzar un estado de calma. Ah, y un inciso: el ayuno es total pero se puede beber agua.
Este tipo de sistema que algunos ven como la privación "de todo lo que da placer" y una "excentricidad", y otros como una terapia de choque contra el estrés 3.0 y la sobreestimulación tan habitual hoy en día, y una forma de "reiniciar el cerebro y ser más productivo", puede tener efectos contraproducentes, aseguran algunos expertos.
"La dopamina tiene funciones que se refieren a la motivación, la afectividad y el control motor. Unos niveles alterados de ella, tanto por exceso como por defecto están presentes en enfermedades y determinados problemas de salud", advierten desde ifeel, la aplicación de psicólogos online que colabora con el Colegio de Psicólogos de Madrid y que ha elaborado un documento para desmontar los beneficios de este sistema desde la perspectiva psicológica.
Además de advertir de que la alteración de la dopamina puede ser perjudicial para nuestra salud y, por lo tanto, no conviene "jugar con ella", insisten en que los efectos de esta técnica son temporales: "Todo estímulo novedoso, por definición, deja de serlo con su repetición en el tiempo". Algo que jugaría en contra del concepto de esta técnica que se basa en el disfrute por contraste. "Es decir, me abstengo de ciertas actividades placenteras para disfrutarlas más cuando las retome". Pero ello será mientras no nos habituemos a ello, señalan.
Los psicólogos de ifeel incluso desconfían del término 'ayuno de dopamina': "El pensamiento de estar sometiendo nuestro cuerpo al ayuno de dopamina no es real porque no tenemos acceso directo a lo que nuestro cerebro segrega, lo único que podemos hacer es deducir que esa secreción está ocurriendo (...). Nadie puede regular sus niveles de dopamina de manera deliberada simplemente por dejar de hacer aquellas actividades que le hacen segregarla más de la cuenta".
El informe continúa: "Que esto tenga un efecto significativamente positivo en su productividad cuando está en la oficina no tiene ninguna base científica", indica, antes de subrayar que productividad es un concepto distinto al de bienestar psicológico. Y de prevenir contra "la trampa de las etiquetas": "Si el llamado ayuno de dopamina consiste en no llevar a cabo algunas de las actividades que sobreestimulan la actividad cerebral entonces , ¿por qué no llamarlo simplemente 'descansar' (...)", sugieren. Y sobre los beneficios del descanso, y de los que aporta un buen paseo, dormir bien, salir a correr o prescindir a ratos de las redes sociales, asI como el hecho de que ayuden a trabajar mejor al día siguiente, no parece haber dudas.