Mala Rodríguez: Cómo ser mala de libro

"Antes en la industria musical las mujeres teníamos un chulo. Ahora los chulos somos nosotras", aseguraba hace no tanto la Mala Rodríguez, (o María Rodríguez, o simplemente 'La Mala') en el programa 'Este es el Mood! (EEEM!), dejando una muestra de esas frases poderosas que ella pronuncia gesticulando poco, con voz baja pero sin titubear, implacable (y fascinante). Ahora, esta andaluza de Jerez de la Frontera que se convirtió en 2019 en la primera mujer del hip hop en recibir el Premio Nacional de las Músicas Actuales y que, ya en 2000, logró hacerse un hueco en la todavía incipiente y masculina escena rapera con un sonido que fusionaba calle, raíces y talento (y que hoy lleva su fusión a otras latitudes con un sello propio), acaba de publicar libro y promete empoderamiento sin tonterías y claridad de la historia de una cantante a la que siempre rodea un halo de misterio.

Un camino "del barrio al Olimpo", y siempre "haciendo lo que le da la gana", indica la nota de la obra biográfica 'Cómo ser mala', que acaba de publicar Temas de Hoy, de Planeta, y que relata, de primera mano, su relación con la música, las fiestas, las crisis, las drogas, los viajes, el arte, el sexo, el crecimiento y la ferocidad que respira, latente, bajo esa Mala llena de espíritu social, aplomo y rebeldía consciente. Un viaje en el que pasó "de colarse en trenes a conducir deportivos". Y del que aún le queda lo mejor, asegura la nota.

"Hace falta que haya mujeres escribiendo, diciendo lo que viven", aseguraba en 2018 en una entrevista con Woman, plagada de esas frases concisas que protagonizan sus entrevistas y que contienen tanta clarividencia que poco más hay que añadir.

En este tiempo, poco ha cambiado en ella. En todo caso, se "controla un poco más", revelaba antes de recordar los obstáculos con los que le había tocado lidiar por haber sido pionera de un género en el que, todavía, hay muy pocas artistas femeninas contando lo que viven en los textos y tras señalar que era "buenísima siendo mala", refiriéndose a la crudeza con la que abordaba ciertos temas.

"Utilizo el rap para expresarme; en la vida diaria no me gusta hablar mucho", ha reconocido también esta artista que, fuera del escenario, es devota del silencio, a la que le gusta escuchar y aprender de todo. Y para quien la familia y sus hijos, ha declarado, es lo más importante. Ahora su pluma rompe esa oscuridad para descubrir un interior lleno de recados.

Además, Mala Rodríguez continuará con sus compromisos musicales que la llevarán, entre otros lugares, a Ponferrada (21 de agosto, en el ciclo de conciertos del Auditorio) o a Cáceres y Bilbao en octubre, al Festival Extremúsika y al BIME Pro, respectivamente. En 2022, además, estará en el Primavera Trompetera Festival, en Jerez. Mira otros festivales que se celebrarán en 2021.