¿Puede la dieta mejorar tu bronceado? Rotundamente, sí
Una dieta rica en antioxidantes y vitaminas favorece un bronceado más uniforme y duradero al tiempo que mejora las defensas de la piel frente a la agresión solar. Dos especialistas nos cuentan qué alimentos que debes priorizar. Así comes, así te bronceas
Lo que pones en el plato afecta a tu piel y, en consecuencia, a cómo se broncea cuando tomas el sol. Te damos una pista: una dieta rica en frutas y verduras de colores intensos proporciona antioxidantes y nutrientes que protegen la piel y favorecen el moreno. “Claramente lo más importante para el bronceado es la exposición al sol y el tipo de piel. Los alimentos también pueden estimular la formación de melanina así como a disminuir los riesgos por el bronceado”, señala la doctora María José Crispín, médica nutricionista de la Clínica Menorca.
En efecto, nuestra alimentación puede ser una herramienta útil para preparar la piel naturalmente para el bronceado así como para defenderla de la agresión solar. “Se ha comprobado que el consumo de más de tres piezas de fruta o verdura al día potencian ese color anaranjado en la piel”, confirma el doctor Antonio Ortega, dermatólogo de la Clinica Menorca. Y añade que además de ayudar a protejer mejor la piel de los radicales libres y del daño celular que ocasionan estos, contribuye a la elasticidad cutánea y prevenir la aparición de manchas.
Los betacarotenos, los reyes del verano
Según ambos especialistas, si hay unos alimentos que destacan por favorecer el bronceado y por sus beneficios para la piel son los ricos en betacarotenos -la provitamina A- porque aumentan la síntesis de melanina cuando se toma el sol a la vez que resultan ser un buen antioxidante que ayuda a prevenir el daño celular, enlentece el envejecimiento y favorece la piel sana. Hablamos de verduras y frutas de color amarillo y naranja así como algunas verduras de hoja verde: zanahoria, calabaza, boniato, albaricoque, melocotón, níspero, sandía, mango, melón catalupo, tomate, espinacas, acelgas y brócoli.
“Otros alimentos que pueden ayudar a estimular el bronceado son los ricos en L-Tirosina, un aminoácido precursor de la melanina que se puede encontrar en legumbres, frutos secos, semillas, plátano y aguacate”, aclara la doctora Crispín.
Pero la exposición solar no solo favorece el bronceado, sino también la aparición de manchas. Para evitar, o al menos paliar la pigmentación irregular de la piel, el doctor Ortega recomienda el consumo de fermentados, “que potencian la salud intestinal y ayudan a evitar las manchas y el engrosamiento de la piel”.
Alimentos que fortalecen la piel frente al sol
Aunque vamos asumiendo que el moreno no es bueno para la salud cutánea, hay muchas personas que no entienden el verano sin bronceado, pero este no deja de ser la manifestación del daño solar. El tipo de piel influye tanto en su capacidad para pigmentarse como para protegerse de la radiación ultravioleta. En este contexto, los cosméticos fotoprotectores y antioxidantes constituyen la primera línea de defensa de la piel, pero la alimentación puede ejercer de refuerzo. Estos son, según el doctor Antonio Ortega los alimentos que ayudan a fortalecer la piel ante la agresión solar:
- Alimentos ricos en vitamina C. Naranja, pomelo, mango, fresas, papaya, perejil o pimiento rojo son ricos en este nutriente que destaca por su acción antioxidante, previniendo y luchando contra la acumulación de radicales libres. Además, interviene en la formación de colágeno, la principal proteína que compone la piel, cuya función es asegurar su firmeza y salud frente a las agresiones externas. Pero con el paso del tiempo y la acción de la radiación ultravioleta se reduce la síntesis de este componente. La ingesta de alimentos ricos en esta vitamina es una de las opciones más naturales para estimular su producción.
- Frutas y vegetales rojos. Su alto contenido en licopeno, un carotenoide con gran acción antioxidante, presente por ejemplo en el tomate (mejor maduro), la sandía o las cerezas, resguarda la piel de la agresión provocada por los radicales libres, las quemaduras solares y las manchas.
- Frutas y hortalizas naranjas. La papaya, la zanahoria, la calabaza, el mango o los albaricoques forman parte de este grupo sumamente eficaz para fortalecer la piel frente a la acción de los rayos solares. Atesoran un alto contenido en betacarotenos, que además de estimular la producción de melanina despuntan por su labor antioxidante.
- Verduras de hoja verde. Espinacas, endivias, lechuga, berros o acelgas son algunas de las más ricas en antioxidantes que cuidan de las células de la piel y protegen y reparan la dermis de la radiación UV.
- Uvas y moras. Contienen resveratrol, un polifenol que, entre otros, impide la oxidación celular, protegiendo al organismo de la agresión de los radicales libres y, en consecuencia, de manchas, arrugas, quemaduras.
- Alimentos ricos en vitamina E. Presente sobre todo en semillas de girasol, de sésamo o calabaza, piñones y hortalizas de hoja verde, tiene una enorme capacidad antioxidante, siendo relevante para la salud de la piel.
Y tras la exposición al sol…
De nuevo los alimentos ricos en antioxidantes y betacarotenos encabezan la lista de los más efectivos también para ayudar a la piel a recuperarse de la agresión solar. A las bondades de estos la doctora Crispín suma las de los ricos en vitaminas C -kiwi, cítricos, fresas, pimientos y tomates, mejor en crudo-, B -cereales integrales, huevos, germen de trigo- y E -aceite de oliva virgen extra, aguacate, frutos secos- porque ayudan a combatir el envejecimiento. Asimismo, la nutricionista aboga por el consumo de grasas omega 3, que contienen los pescados azules y las nueces, por su acción antiinflamatoria, y de ciertos minerales como el selenio y el zinc -que aumenta la inmunidad cutánea-, ya que contribuyen a paliar la agresión cutánea provocada por el sol.
Siempre, pero sobre todo después de tomar el sol, es importante hidratarse adecuadamente, expone el dermatólogo. “La sandía, por ejemplo, tiene gran cantidad de antioxidantes y licopeno, pero además es especialmente interesante por su gran cantidad de agua. También el melón. No tenemos por qué beber exclusivamente agua, la mayoría de los alimentos tienen agua, desde frutas a verduras, tubérculos o pescados”. Dicho esto, la doctora Crispín advierte que por mucho que llevemos una alimentación rica en los productos recomendados es fundamental ser responsable, reducir la exposición al sol y usar protección solar todo el año