¿Por qué deberíamos tener un parque o jardín cerca de casa?

Hemos dejado atrás las fiestas navideñas y seguramente hayamos cogido algún kilito. Pero tranquilas, si llevamos unos hábitos de vida saludable, al volver a la rutina recuperaremos nuestro peso habitual. Dos semanas de caprichos no van a cargarse el trabajo del resto del año y, de igual modo, dos semanas comiendo sano y haciendo deporte, no cambiarán el resultado de un año de malos hábitos. Así que dejemos de culpar al turrón y ¡manos a la obra!

Causas de la obesidad y cómo combatirla

Cuidarse más, ya sea comiendo más sano, haciendo dieta o apuntándose al gimnasio, es la meta trending topic en todas las listas de propósitos para el año nuevo. Pero más allá de verse mejor, debemos tener en cuenta que la obesidad es una enfermedad que, en la actualidad, afecta al 25% de la población española y provoca 131.000 muertes al año en nuestro país y 2,8 millones en el mundo.

Se trata de una enfermedad crónica en cuyo origen pueden combinarse distintos factores como los malos hábitos alimenticios, la falta de ejercicio físico y la predisposición genética. Cuando hablamos de sobrepeso u obesidad nos referimos a una acumulación anormal y excesiva de grasa pero, a su vez, pueden ser el desencadenante de enfermedades cardiovasculares, diabetes, insuficiencia renal, hipertensión, artritis e incluso enfermedades neurodegenerativas o inmunitarias.

La nutrición y el deporte son claves a la hora de combatir la “epidemia” de obesidad actual pero es que, además, un reciente estudio publicado en el International Journal of Hygiene and Environmental Health y liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por “la Caixa”, ha revelado que el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad es menor en mujeres que viven a menos de 300 metros de un espacio verde.

Nutrición y vida activa

Según las conclusiones de este estudio, realizado a una muestra de mujeres entre 20 y 85 años, existe una fuerte relación entre la aparición de sobrepeso y obesidad y la falta de acceso a espacios verdes urbanos. Sin embargo, en los hombres no se da esta relación.

Existe una alta relevancia de la genética en esta vinculación, y es que las interacciones entre el ambiente y los genes pueden frenar o desencadenar un exceso de peso.

Por tanto, los entornos naturales al aire libre, incluidos los espacios verdes urbanos, fomentan la salud y el bienestar al aumentar los niveles de actividad física, reducir la exposición al ruido y promover la reducción del estrés psicológico, un importante impulsor del aumento de peso.