De qué se trata la enfermedad contagiosa que tiene Cristina Pedroche

Cristina Pedroche sufre una enfermedad contagiosa y que muy pocas personas conocen.

Estas son las sandalias tipo chanclas de Ipanema más vendidas de El Corte Inglés: las favoritas de Cristina Pedroche.

Instagram: @cristipedroche

Cristina Pedroche ha sorprendido en redes sociales con una enfermedad que muy pocos conocen verdaderamente. Los primeros síntomas los ha tenido en los dedos de las manos y sus seguidores están de lo más preocupados por conocer qué le ha podido pasar a la presentadora. Esta enfermedad es contagiosa y te vamos a contar todos los detalles que debe seguir para su recuperación. ¡Sigue leyendo!

Ha sido ella misma la que ha decidido abrirse en sus redes sociales para compartir con sus seguidores un problemilla de salud que la tiene bastante incómoda: un panadizo herpético en uno de sus dedos. ¿Qué es eso? Todas nos hemos hecho la misma pregunta y algunos dermatólogos ya se han molestado en responder a todas las dudas de los seguidores de la presentadora.

Mientras tanto, está cuidando de su pequeña con mucho cuidado para evitar el contagio. Lo que tiene clarísimo es que a su hija no pretende enseñarla en redes sociales nunca. Así se lo confirmaba a Laura Escanes hace poco en su pódcast. Entendemos que ella ha recibido mucho 'hate' desde siempre y teme que su hija también pueda sufrir las desventajas de las redes sociales.

En qué consiste la enfermedad de Cristina Pedroche

Al parecer, le han salido unas misteriosas ampollitas que le causaban picor y dolor en los dedos de las manos. Esto la ha llevado corriendo a la consulta de su dermatóloga de confianza, la Dra. Marta Valdivielso, quien no tardó en confirmar lo que Pedroche sospechaba: esas molestas ampollas son, efectivamente, causadas por el virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1), por si no lo conoces, es el mismo responsable del clásico herpes labial.

La propia dermatóloga aprovechó para dar más detalles en su cuenta de Instagram. Ha contado que el panadizo herpético es más común de lo que parece. Este tipo de infección se caracteriza por esas típicas vesículas agrupadas sobre un fondo enrojecido y, por supuesto, el dolor intenso y ardiente que lo acompaña. ¡Vaya faena!

El tratamiento para esta infección va directo al grano: antivirales. Estos pueden ser en crema o en pastillas. Eso sí, el secreto está en pillarlo rápido para evitar que el virus se extienda a otras zonas del cuerpo o, peor aún, ¡a otras personas! De hecho, para prevenir el contagio, hay que evitar el contacto directo con la cara y se debe lavar las manos con frecuencia.