Las 4 tendencias en cejas que triunfan esta primavera

Desde la extravagancia de la ceja decolorada hasta la inesperada vuelta de las cejas finas, pasando por las cejas densas o laminadas, analizamos las tendencias en cejas para esta temporada. La clave: adaptarlas a nuestro estilo y carácter

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Las cejas son también son una cuestión de moda. Cada época tiene su estilo y esta temporada cuatro estilos acaparan la atención de los analistas de tendencias. Esta primavera, tanto si sigues la corriente 'clean girl' (siguiendo os dictados de Tiktok) como si eres más del movimiento 'no make up' (que se ha prodigado en las pasarelas), las cejas no van a pasar desapercibidas; pero tampoco lo harán si te alineas con alguna microtendencia más excéntrica. Aun así, antes de ponerte manos a la obra no olvides que basta tocar un solo pelo para cambiar el aspecto de toda una ceja.

¿Qué se lleva esta primavera?

María Nebrera, maquilladora para Maybelline New York, destaca cuatro tendencias en cuestión de cejas: Las cejas finas inspiradas en las modelos más icónicas de los años 90; las cejas decoloradas, una de las propuestas más atrevidas que vuelve a dar qué hablar; las cejas laminadas, definidas pelo a pelo, que potencian la estructura; y las cejas naturales y salvajes, pero siempre cuidadas y peinadas. No obstante, antes de entrar en materia, la maquilladora advierte que uno de los grandes errores que cometemos en materia de cejas es dejarnos llevar por la tendencia sin mirarnos al espejo. “Las cejas crecen en función de la forma del ojo y del propio párpado y enmarcan la mirada. Por eso, es importantísimo tenerlo en cuenta a la hora de decidir resaltar su forma o estructura”. Seguir las tendencias tiene sentido siempre y cuando no variemos demasiado su forma natural. De lo contrario, comenta Aura Serras, directora de Revitalash, llevar una ceja excesivamente elevada, fina, con forma inapropiada nos cambia por completo nuestro rostro.  

Ese es el quid de la cuestión. “Tenemos que adaptar las tendencias a nuestra imagen y no al contrario. Para ello hay que ponerse en manos de profesionales que sepan leer la tendencia en la imagen de cada uno”, afirma la maquilladora. También hay aplicaciones y tutoriales que pueden ayudarte. Es el caso, por ejemplo, de un simulador que tiene la web Maybelline que ayuda a conseguir las cejas más adecuadas para tu rostro. Una buena recomendación para salir de dudas.

Cejas decoloradas.

No es una propuesta fácil ni para todo el mundo. Soy de las que creyó que la tendencia nunca volvería, pero, là voilà!, aquí está de nuevo. Era de prever cuando en la pasada colección de otoño-invierno de Versace vimos desfilar a las hermanas Hadid de esa guisa y cuando Kendall Jenner sorprendió, igualmente, en la pasada gala del MET con unas cejas platino. La cuestión es si esta vez, este look transgresor, entre futurista y genderless, cuajará fuera del fashion system. “Si las vamos a decolorar, lo primero hay que ser atrevida y saber que jugamos con un look llamativo y audaz”, señala María Nebrera. Pero siempre existe la opción efímera, de querer ‘probar por un día’, sin más. Y es fácil. “En algunos casos, se utilizan correctores o base de maquillaje, pero a mí me parece más natural y duradero ir rebajando el color con un lápiz de cejas rubio claro. Me gusta Brow Extension de Maybelline, porque contiene fibras y es más denso para cubrir la oscuridad de la ceja. El tono que más se asemeja a una decoloración es light blonde”, apunta la maquilladora.

Cejas finas.

No era tampoco lo más esperado, después de las consecuencias que tuvo la excesiva depilación de cejas en los años 70, pero parece que las cejas finas regresan inspirándose en las modelos y actrices de finales de los 90 y principios del milenio. “Cada vez se están viendo más y es por la tendencia y2k, la vuelta a los 2000. Cejas ultrafinas y largas. Pero hay que tener mucho cuidado, porque las modas igual que vienen se van. ¡Ahora las que tenemos las cejas finas aprovecharemos para dejar de rellenarlas!”.

Cejas laminadas.

Es una apuesta segura (y favorecedora). El laminado de cejas es un método que está ganando gran popularidad, ya que añade atractivo al rostro. Esta técnica, semipermanente, permite llevar unas cejas naturales y bien peinadas (en sentido ascendente), sin estridencias ni extravagancias. Es perfecta para quien no quiere arriesgar. Respeta la estructura de la ceja, alisa el pelo de las cejas más rebeldes, rellena los huecos donde haga falta.

Cejas naturales.

Tras las cejas finas del principio del milenio, la siguiente década, con Cara Delevingne como icono, abrazó la tendencia de las cejas naturales, densas y poderosas, una estética con gran popularidad, a la sin duda está contribuyendo ahora Lilly Collins. La gran baza de esta tendencia es que unas cejas de esta guisa juegan un importante papel rejuvenecedor. Pero cuando Nebrera se refiere a unas cejas naturales y salvajes no significa dejarlas totalmente a su libre albedrío, sino modelarlas con la forma adecuada, respetando su naturaleza, para resaltar la armonía facial.

Las cejas hay que cuidarlas

Y cuidarlas no significa pasarse el día repasando cada pelo con las pinzas, es actuar como lo hacemos con el cabello o la piel.

Tenemos aproximadamente unos 600 pelos en cada ceja y, al igual que las pestañas, su papel es proteger los ojos del sudor, radiación, polvo u otras sustancias del medio ambiente, explica Aura Serras. “Están en constante ciclo de crecimiento, pasando por una fase anagena, catagena y telogena. Según la duración de cada fase serán más o menos largos. Los folículos de las cejas son los más sensibles, después del cuero cabelludo, a sufrir una caída por estrés, enfermedad o toxicidad por algún fármaco”.

Y el primer paso en el cuidado de cejas es realizar una correcta higiene de estas. Es primordial para retirar cualquier resto de producto cosmético, maquillaje, polvo, etc., asegura Aura Serras. “Muchas veces no somos conscientes de este simple paso y es tan importante como lavarse bien la cara antes de aplicar un cosmético”, un gesto que recomienda llevar a cabo mañana y noche con un producto que sea respetuoso con la zona. Luego, hay que hidratar y acondicionar, para mantener su espesor, brillo y flexibilidad, porque el paso del tiempo también afecta a las cejas. No solo van perdiendo densidad, sino que se vuelven más ásperas y sin brillo.