El truco de Eva Longoria para llevar un traje oversize y parecer más alta

Lo de Eva Longoria con los trajes ha pasado a ser una historia de amor muy bien avenida. La actriz, productora y ahora también directora -acaba de estrenar en Disney+ Flamin' Hot: la historia de los Cheetos picantes, una película centrada en la figura del conserje que tuvo la idea del revolucionario sabor- hace ya tiempo que se apoyó en la sastrería para muchas de sus apariciones ante los medios. 

Se lo hemos visto casi de todos los colores y combinado de diversas formas, pero lo que nunca falla es el corte de las dos piezas que elige que es siempre en formato oversize. Esos son sus diseños favoritos y ha aprendido pero que muy bien a sacarlos el máximo partido para que resulten los más favorecedores.

La que fuera protagonista de Mujeres desesperadas no tiene miedo a los diseños XXL a pesar de su estatura y eso es porque sabe muy bien cómo llevarlos. Primero por el taconazo con el que siempre los acompaña y segundo porque hay un detalle que puede pasar desapercibido pero que funciona a las mil maravillas como efecto alargador y por eso no duda en sacarse de la manga cuando lo necesita. El truco está, sencillamente, en el peinado.

Del mismo modo que sabe que el simple hecho de lucir una blazer a modo de vestido puede conseguir que tus piernas parezcan infinitas como demostró en el desfile de Victoria Beckham que tuvo lugar el pasado mes de abril, Eva Longoria tiene muy claro que no hay nada como colocar la melena de determinada manera para parecer más alta.

Así lo ha demostrado durante en las últimas horas con un conjunto de americana extragrande y pantalón de pata de elefante en color gris, el cual ha combinado con un top básico blanco a juego con unos stilettos y unos pendientes en forma de rosetón que brillaban aún más gracias a la manera en la que ha dispuesto su melena.

Los peinados de la artista son realmente inspiradores para completar cualquier look, pero en este caso ha optado por uno que da una sensación de alargamiento increíble. Un sencillo semirecogido en la parte alta de la cabeza consigue el mismo efecto que un pulido moño en la zona superior y, de paso, tiene la capacidad de afinar el rostro.