Margot Robbie y Olivia Wilde o cómo hacer del negro (y una capucha) la mejor elección para una alfombra roja

Margot Robbie y Olivia Wilde están de estreno. Ambas acaban de presentar junto a Brad Pitt y Diego Calva Babylon, una epopeya original ambientada en la década de 1920 en Los Ángeles que habla de ambición, de escándalos y del ascenso y la caída de muchas estrellas en los inicios de Hollywood. Este es el motivo por el que hemos podido ver a ambas pisando una alfombra roja a lo grande, como solo ellas saben.

En realidad sería más justo decir que Olivia Wilde ha preferido mantenerse casi en un segundo plano porque en esta promoción de la cinta parece haber adaptado claramente un papel mucho más discreto del esperado después de toda la polémica suscitada con Florence Pugh, Shia LaBeouf y Harry Styles en torno a su película Don't worry darling. Es por esto que su apuesta de moda para acudir a la premiére de su último proyecto como actriz ha sido el total black.

El negro ha sido el hilo conductor de su look, el cual estaba compuesto por una sofisticada blazer de esmoquin cruzada a juego con una falda larga vaporosa que jugaba con las trasparencias en su parte inferior y dejaba a la vista unas finas sandalias de tacón.

Nada que ver la elección de Olivia Wilde con la de su compañera de reparto, Margot Robbie. Esta última, a la que próximamente veremos convertida en la muñeca Barbie de carne y hueso junto a Ryan Gosling como Ken, ha hecho del cut out su mejor seña de identidad en los últimos tiempos. Sin ir más lejos, en la gala de los Governors Awards que se celebraron hace poco más de un mes, apareció con un diseño verde de Bottega Veneta absolutamente fabuloso para presumir de abdominales.

Esta vez el enfoque era el mismo pero la puesta en práctica ha sido muy diferente ya que ha sido con un vestido en el que se combinaban varias tendencias del momento. Por un lado, la falda asimétrica que era corta pero dejaba una especie de cola lateral para ganar en teatralidad. Por otro, la comentada abertura del diseño que en este caso dejaba gran parte del torso al descubierto. Y, en tercer lugar, la capucha en la que terminaba la pieza tras pasar por un escote halter cruzado.

Este último detalle, el de la capucha, es una carga referencia ochentera que nos lleva hasta Grace Jones, quien convirtió este delicado trozo de tela sutilmente apoyado en la coronilla en una de sus señas de identidad. Un detalle que la moda ha tenido a bien recuperar este 2022 y que Simone Ashley, Katie Holmes y hasta Olivia Wilde ya habían probado antes que Margot Robbie lo bien que funciona en un photocall.