Kim Kardashian adelgazó 7 kilos en tres semanas para lucir el icónico vestido de Marilyn Monroe en la Gala Met 2022
La 'influencer' ha elegido la famosa creación de Jean Louis que la actriz utilizó en 1962.
Con el paso de los años, nos vamos dando cuenta de que no hay ni una sola Gala MET igual a la anterior y que cada una de las personalidades que posa sobre la 'red carpet' del museo Metropolitan de Nueva York están dispuestas a implicarse lo suficiente como para pasar a la historia por sus 'outfits'. Porque, al fin y al cabo, lo que hacen sobre estas alfombras es precisamente eso, elevar sus propuestas a la categoría de míticas para que, en unos años, no dejen de formar parte de nuestro anecdotario de moda (y de los subsiguientes álbumes de estilismos para el recuerdo).
El hecho de que no haya más de dos galas iguales se debe, principalmente, a que el código de vestimenta de cada una se va modificando cada vez que se organiza este desfile de 'glamour', donde este año ha estado marcado por el llamado Gilded Glamour. En realidad, lo que propuso hace unos días el Costume Institute del Museo Metropolitan de Nueva York era crear una gala donde sus asistentes se encargasen de emular la elegancia de la Edad de Oro de Estados Unidos y así ha sido.
Bajo la etiqueta de 'In America: An Anthology of Fashion', invitados e invitadas han desfilado por la alfombra roja y las famosas escaleras de este museo para lucir sus mejores galas y seguir ese protocolo de interpretación abierta, puesto que cada uno de ellos tiene la libertad de elegir qué parte de este 'glamour' están destinados a representar. Mientras que, por ejemplo, Blake Lively ha optado por homenajear algunos lugares emblemáticos de la ciudad de Nueva York, Jessica Chastain ha elegido un 'look' de lentejuelas que ha recordado en cierto modo a su personaje en 'Los ojos de Tammy Faye'.
Esa libre interpretación también la ha ejercido Kim Kardashian, una de las protagonistas absolutas de la Gala MET 2022, a la que ha acudido con su actual pareja, el cómico Pete Davidson. A pesar de que su 'look' no ha sido uno de los más espectaculares (Gigi Hadid, por ejemplo, no ha pasado en absoluto desapercibida), lo más relevante en la elección de la estrella de 'The Kardashians' ha sido la simbología de su vestuario, el vestido original del diseñador de vestuario de origen francés Jean-Louis que llevó Marilyn Monroe para cantar el 'Cumpleaños feliz' a Kennedy en 1962.
Se trata de una prenda en color 'nude' lleno de brillantes, de tipo sirena, con tirantes muy finos y espalda totalmente abierta que la actriz de 'Con faldas y a lo loco' convirtió en una prenda icónica de su intensa y efímera vida. En este caso, en lugar de llevar el pelo con corte 'long bob', con mucho volumen y capas largas, como hizo en su día la actriz, Kim ha optado por llevarlo totalmente pegado a la cabeza y hacia atrás, para lucir unos pendientes de brillantes largos a juego con el resto de la propuesta.
Como suele ocurrir, Kim ha sabido aprovechar sus formas para lucirlas al más puro estilo Marilyn, con una novedad: tuvo que adelgazar siete kilos en tan solo tres semanas para poder caber en el vestido y conservar el vestido de la mejor manera posible. Además, habituadas al pelo oscuro de la 'influencer', nos hemos quedado totalmente sorprendidas al comprobar que Kim ha optado por realizar una decoloración de su cabello que, según Vogue, ha tardado en conseguir alrededor de "14 horas seguidas".
El resto del 'outfit' ha sido sin duda el gran reclamo de la gala, ya que está inspirado en el icónico vestido con el que la actriz de 'La tentación vive arriba' se atrevió a desafiar las críticas en una época donde las transparencias eran novedad. Por ello, no falta el abrigo de pelo blanco que llevó en aquella ocasión.
Conviene recordar que, en la década de los 60 los estudios de las películas y, en especial, la Fox, mantenía a raya el vestuario de la actriz para evitar ganarse una mala reputación con la que ya se había codeado años atrás, cuando la rubia más icónica del séptimo arte protagonizó algunos calendarios de desnudos. Fue precisamente después de abandonar esta productora, cuando fue despedida, el momento que Marilyn escogió para llevar el vestido más sensual de la historia (con permiso, por supuesto, del vestido negro de Rita Hayworth en 'Gilda').
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