Jeremy Scott se despide de Moschino tras una década experimentando con lo tradicional y la vanguardia

"Después de 10 años aquí, hoy anuncio que abandono Moschino. He vivido una etapa creando diseños que vivirán para siempre. Estoy agradecido por todo el amor y apoyo que he recibido en esta década". Este ha sido el mensaje que ha compartido el hasta ahora director creativo de Moschino, Jeremy Scott, que se ha despedido de la firma en la que ha volcado toda su creatividad en los últimos 10 años. Para mostrar su agradecimiento, ha publicado una imagen en la que aparece posando junto a Gigi Hadid, maniquí que ha lucido en diversas pasarelas sus diseños.

Scott ha comentado que, aunque es emotiva, esta despedida de la casa italiana no es en absoluto triste, puesto que adelantado que tendrá "tiendas próximamente", sin dar más detalles sobre cuál es el camino que piensa seguir, tanto a nivel empresarial como estilístico. Como era de esperar, nada más dar a conocer su decisión, el creativo ha recibido todo el calor y el cariño de modelos, actrices y amigas, que le han mandado todo su cariño. Entre ellas, Elle Fanning, que se ha mostrado entusiasmada con su "próxima aventura", así como a hija de Kurt Cobain, Frances Bean, que ha insistido en que no puede esperar "a ver cómo se manifiesta el próximo capítulo" de su creatividad.

Conviene recordar que la primera colección que diseñó Jeremy Scott para la firma de moda fue la correspondiente a otoño-invierno de 2014, fecha a partir de la cual se decantó por diseños que supusieron "una fantástica celebración de la creatividad y la imaginación", según ha explicado en un comunicado, donde ha reconocido estar "realmente orgulloso" del trabajo que ha desempeñado en Moschino. El diseñador, que ya tenía su propia marca y colaboraba con otras empresas como Adidas, llegó a la casa de moda fundada por Franco Moschino con la idea de revitalizar los valores más clásicos y fomentar la vanguardia, tanto en formatos como en colores.

De ahí que sus desfiles estuviesen marcados por la extravagancia y la originalidad. Ejemplo de ello es su última colección presentada, correspondiente a otoño-invierno 2023/2024, en la que hizo una oda a la comida rápida y mostró diseños marcados con los colores de McDonalds y la característica M de su logo reconvertida en la de Moschino. Entonces, también quiso homenajear a personajes populares como Bob Esponja y optó por "envolver" a las modelos con vestidos que simulaban ser el papel de ciertos productos, como el chocolate o el cartón de una caja de cereales Cheerios.

Asimismo, acopló la estética punk a enormes tocados, corsés, telas de rejilla, tweed, cuero, cuerpos de malla y pedrería de colores. Katy Perry, por su parte, ha sido una de las artistas que han pasado por varios de sus diseños. Es el caso de la Super Bowl, evento que este año protagonizó Rihanna y para el que la artista de 'Firerworks' se vistió con un traje de minifalda y detalles de fuego en 2015. Por si aquello no fuera suficientemente llamativo, la artista volvió a ser el centro de atención en la Gala MET con un vestido de candelabro y otro traje con forma de hamburguesa, mientras que otras famosas como Zendaya, Miley Cyrus, Simone Ashley o Irina Shayk han optado por 'looks' más discretos pero no menos admirables.