La reina del guipur

Tiene la agenda de una ministra. Ahora que Antonia Riera se ha quedado sola frente al peligro –su hermana Lali se jubiló el año pasado–, es complicado pillarla al teléfono. Confiesa que pensó en cerrar el taller, porque tenía otras ofertas más cómodas, pero esta diseñadora y modista decidió seguir adelante con su propia firma, Ibimoda, que lanzó hace ahora 26 años. "Dudaba de si podría yo sola con todo, pero lo llevo bien, aunque me gusta más hacer patrones que coser–estudió dibujo técnico–. Sigo al frente no porque lo necesite, sino porque hago lo que me gusta. Además, Lali aún anda por aquí en espíritu (risas). Mi hija Marina me ha apoyado muchísimo en esta nueva etapa. Aunque es maestra, se ha convertido en un buen bastón", explica Antonia.

Clientela no le falta... de hecho, se resiste al comercio electrónico –vende a tiendas multimarca y acepta pedidos desde su página web– porque sus piezas artesanas, femeninas, elegantes al más puro estilo Adlib, necesitan tiempo y mimo para alcanzar la exclusividad: "Quiero cuidar a mis clientes y vender online es hacerles un poco la competencia. Lo tengo en mente, sí, pero tengo que controlar las ventas porque somos una empresa artesanal y pequeña", confiesa.

Ibimoda destaca, especialmente, por el uso de encajes, sobre todo del guipur, un material noble hecho a máquina más grueso que un encaje de bolillo o el chantilly. Nadie como ella sabe trabajar este tipo de tejido: "Tenemos una colección más comercial, otra de hombre y prendas para niños que exportamos, desde hace 20 años, hasta las Antillas francesas, desde la feria de París, pero nos llueven los encargos de novias, porque nuestros vestidos les hacen brillar. ¿Por qué crees que China, India y Vietnam nos copian tanto? Pero, aunque nos hacen daño, las imitaciones son muy malas... Además, hemos dado un giro hacia la Alta Costura", explica Antonia.

De ahí vienen los encargos de algunos miembros de la realeza internacional, como la reina de Marruecos, que les pidió un vestido solo con tres días de antelación o el interés de la Reina Letizia, en la última recepción de Marivent, de vestir en verano alguno de sus modelos, según nos cuenta.