Qué es Wordle, el juego online al que ya están enganchados todos tus amigos (y, sí, tú también caerás)

Es posible que, en los últimos días, estés asistiendo a un extraño fenómeno en tus redes sociales: tus amigos y conocidos publican extrañas combinaciones de cuadraditos blancos, verdes y amarillos y reciben entusiastas comentarios de aquellos que están en el secreto. Tranquila: están jugando a Wordle, un juego a medio camino entre el Scrabble y el Mastermind que se ha hecho viral en todo el mundo (y, muy especialmente, en Cataluña) y que vive una fiebre similar a la que ya protagonizaron Among Us, Apalabrados o Candy Crush.

La mecánica de Wordle es sencilla: cada día, el juego reta a todos los participantes (300.000, en estos momentos, y subiendo cada día) a adivinar una palabra de cinco letras en inglés. Para empezar a jugar, tienes que proponer una posible solución. El juego coloreará cada letra de la palabra que has elegido de verde (¡enhorabuena! Es la letra correcta y está en la posición correcta), de amarillo (letra correcta, pero en el lugar incorrecto) o de gris (la palabra que tienes que adivinar no contiene esa letra). Tienes seis intentos para lograr dar con la combinación ganadora.

Puede que la mecánica del juego te resulte familiar: es la misma del clásico Mastermind, en el que había que adivinar una combinación de colores con el mismo sistema de prueba/error codificada en dos grados. Ese sistema de juego es uno de los secretos de su éxito. También ayudan el hecho de que sea relativamente sencillo, que solo se pueda jugar una vez al día y que la palabra misteriosa sea la misma para todos los jugadores, lo que convierte el acertijo en una competición mundial (o entre amigos, como ya sucedió con ‘Apalabrados’). Pero lo que ha convertido Wordle en un juego viral es el hecho de que se puedan compartir los resultados sin ‘espoilear’ la solución a los demás jugadores: esta función solo muestra la progresión de colores que te llevó a la respuesta, y cuántos intentos necesitaste. Este detalle maestro se añadió en noviembre, cuando apenas había 100 personas jugando, y fue cuando el juego empezó a crecer como la espuma. También ayudó, suponemos, la llegada de la variante Omicron y las cuarentenas y aislamientos voluntarios subsiguientes (un fenómeno que ya vivimos con Among Us).

La única versión ‘oficial’ del juego es la inglesa, pero están surgiendo como champiñones ediciones nacionales desarrolladas por otras personas. Existe una en español, por supuesto, y también otra en catalán que está arrasando en las zonas catalanoparlantes.

Si eres ya adicta a Wordle, puedes echarle la culpa a Josh Warle, un ingeniero informático de Brooklyn que creó el juego para que su novia, fan fatal de los juegos de palabras, se entretuviera durante los meses de confinamiento pandémico. Meses después, empezó a compartirlo con amigos o familiares y su popularidad se fue incrementando. Él opina que el éxito se debe, en parte, a su extrema sencillez y al hecho de que no tenga publicidad ni exija ningún tipo de registro. Y algo influye también que solo te ocupe tres minutos al día (adictivo, pero con mesura). Sea cual sea el secreto de su popularidad en aumento, es el reto perfecto para reyes de la combinatoria y maestros del vocabulario. ¿Te apuntas?