Malta, la favorita (hasta ahora) de Eurovision 2021: huracanada, 'woman power', sobresaliente en los ensayos y con una poderosa rival

Destiny, la representante de Malta para Eurovision 2021, ha  encabezando las quinielas del certamen durante semanas con su canción 'Je me casse'. Al menos, hasta ahora. 

La cantante Destiny, representante de Malta en el Festival de Eurovisión 2021

La cantante Destiny, representante de Malta en el Festival de Eurovisión 2021.

/ Thomas Hanses / EBU

Rotunda, enérgica, con un chorro vocal abrumador que sabe a soul, caderazos, y un mensaje de 'woman power'. Así es Destiny, la representante de Malta a Eurovisión 2021 que, con solo 19 años y el poderoso tema 'Je me casse', ha conseguido erigirse en favorita de las estadísticas del certamen desde hace semanas (las ha liderado desde el 21 de marzo), haciéndonos olvidar ligeramente el estribillo místico e hipnótico del suizo Gjon's Tear, 'Tout l'Univers', que comenzó siendo el número 1 en los listados.

Pero no, no hay nada definitivo, como bien saben los eurofans. De hecho, este mismo domingo, 9 de mayo, la candidata francesa, Barbara Pravi, y su tema 'Voilá', una balada dramática con sabor a 'chanson fraçaise', ejecutaban un inesperado sorpasso y empujaban Destiny al segundo puesto en quinielas y búsquedas en Google, recordándonos que el concurso musical siempre puede deparar sorpresas.

Destiny Chukunyere, representante de Malta a Eurovisión 2021.

Primer ensayo de Destiny, candidata de Malta, en Rotterdam para el festival de Eurovisión 2021.

/ EBU / THOMAS HANSES

Aún así, Destiny Chukunyere, nacida en la población maltesa de Birkirkara, hija del futbolista nigeriano Chukunyera y de madre maltesa, aplicada alumna de música desde que tenía 9 años y habitual participante de certámenes musicales infantiles y, después, de 'talent shows', es una de las grandes aspirantes a brillar el próximo 22 de mayo en Róterdam, que acogerá la final de Eurovision 2021 (por cierto, no será la primera vez que lo haga en un escenario eurovisivo: en 2015, arrasó en la final de Eurovisión Junior, donde se presentó por Bulgaria). Y, sobre todo, de hacernos bailar.

A su favor cuenta con una energía arrolladora, una artista con vocación de diva entre tules, flecos y coreografías pegadizas que seguro que nos asombra con modelazo, un físico que rompe estereotipos y un videoclip empoderado, festivo, con sonido disco, ritmos negros y guiños urbanos que cobra aún mayor entidad con la letra de 'Je me casse' ('Me largo'). "¿Por qué crees que si estoy bebida tienes una oportunidad?", "Si muestro un poco de piel, no significa que esté cayendo en la tentación" o "Ni de coñ*, no soy tu cariño", son algunas de las frases de sus estrofas.

"Sí, soy demasiado buena para ser verdad, pero no hay nada para ti", le dedica Destiny en su video a un joven de medidas apolíneas, tras llamarle "títere" y disuadirle de tratar de conquistarla, algo que muchos han considerado una muestra de 'woman power' y, otros, una desagradable cosificación del modelo masculino del clip, que aguanta estoicamente el rechazo de su compañera. Pero nada más lejos que eso, ha insistido Destiny, tratando de evitar la polémica: "El mensaje que quiero transmitir es que las mujeres son poderosas e independientes y no necesitamos a un hombre para serlo. No se trata de no necesitarlos en general, sino de la autonomía de las mujeres. El mensaje es que la gente, las chicas de mi edad nunca renuncien a si mismas y se sientan cómodas en su propia piel".

Lo que ha dejado claro con su primer ensayo en Róterdam es que le sobran tablas y voz. Junto a un equipo de bailarinas, y vestida de fucsia, Destiny tiene, prácticamente, su paso a la final asegurado.

Allí se verá con Blas Cantó, que representará a España con el tema 'Voy a quedarme', y que llega a Holanda con las estadísticas en contra. La propuesta española ha estado bailando entre los últimos puestos de las quinielas. Actualmente ocupa la penúltima plaza (38 de un total de 39).

Además de Malta, Francia y Suiza, Italia y Bulgaria figuran también entre las más votadas entre los eurofans.

Síguele la pista

  • Lo último