Berta Collado: “No tener hogar significa vivir siempre expuesta a las miradas y a la violencia”

La presentadora es embajadora de la campaña #LasLlaves, creada por HOGAR SÍ para ponerse en la piel de quienes no tienen un hogar, más de 33.000 personas en España. Una situación tremenda que es aún más dura para las mujeres: el 23% de ellas sufre agresiones sexuales.

Berta Collado
Berta Collado / Victor J Blanco

¿Qué dirías si te preguntarán cuál es tu posesión material más preciada? Cuando le hicieron esa pregunta a la presentadora y humorista Berta Collado, ella lo tuvo muy claro: “Mi hogar”, respondió. Lo dijo porque un hogar representa mucho más que cuatro paredes, muebles y enseres varios. Un hogar es calor, amor, protección y dignidad y no tenerlo supone mucho dolor. Algo de lo que saben mucho en HOGAR SÍ, una entidad social para acabar con el sinhogarismo, que afecta en España a más de 33.000 personas.

El 23 de noviembre es el Día Europeo de los Sin Techo, un buen momento para tratar de ponerse en la piel de quienes no tienen un hogar. Justo eso, comprender qué siente una persona en situación de sinhogarismo, es lo que pretende la campaña #LasLlaves. “Invita a reflexionar sobre lo que significa tener las llaves de un hogar y las cosas cotidianas que representa, como el poder cerrar la puerta de casa y sentirse segura y protegida”, explica Maribel Ramos Vergeles, Subdirectora de HOGAR SÍ. “No tener casa es no poder descansar nunca, no tener un baño disponible, no tener un espacio de intimidad y seguridad. No tener hogar significa vivir siempre expuesta a las miradas y a la violencia, y al mismo tiempo ser invisible para la mayoría de las personas, que te miran pero no te ven”, añade Berta Collado, embajadora de #LasLlaves.

“Todos deberíamos preocuparnos y ocuparnos de la injusticia social y extrema vulnerabilidad que sufren las personas sin hogar. La vivienda es un derecho que debe ser garantizado”, añade la conocida periodista que ha usado su faceta como ‘influencer’ para dar a conocer esta campaña. Cuenta Berta Collado que siempre que puede, colaboro con HOGAR SÍ porque ella sí ve a las personas sin hogar cuando camina por cualquier ciudad de nuestro país. “Veo a la gente que vive en la calle, me invaden la tristeza, la rabia, la indignación. No nos puede parecer normal que parte de la sociedad tenga que vivir a la intemperie entre cartones”, denuncia.

Berta Collado

La presentadora y humorista Berta Collado en la campaña #LasLlaves, para concienciar sobre las personas en situación de sinhogarismo.

/ D.R.

La periodista, además, señala que le parece “curioso que sintamos miedo, que la presencia de una persona sin hogar la sintamos a veces como una amenaza, por eso evitamos pasar por la noche por los lugares donde viven o sacar dinero en un cajero donde duermen, por poner algunos ejemplos. Pero la realidad es que los que tienen miedo y son víctimas son ellos”. Por eso, no dudó en contribuir a difundir la campaña #LasLlaves y, además, lió a algunos amigos muy conocidos. “Grabé un vídeo donde mostraba las llaves de mi casa y lo que significan para mí, y nominé a mis amigos Sonia Ferrer y Goyo Jiménez con la intención de que se creara una cadena. Creo que toda la ciudadanía deberíamos implicarnos para solucionar este problema”, cuenta.

La idea de la campaña es ayudar a encontrar las llaves a una persona en situación de sinhogarismo. Lo hacen con un vídeo que llega al corazón. “Ponerte en la piel de alguien sin hogar es complejo, no puedo imaginar lo que debe ser tener que (sobre)vivir en la calle ni un solo día. Perder el empleo y las circunstancias económicas están detrás de la mayoría de historias que llevan a esa situación, y eso algo muy común en la sociedad actual, algo con lo que todas las personas podemos empatizar”, señala la presentadora, que subraya un dato bestial: “Las personas sin hogar tienen una esperanza de vida 20 años menor que el resto de la población, eso implica que vivir en la calle literalmente mata”.

Campaña #LasLLaves

Fotograma de la campaña #LasLlaves, de la entidad social HOGAR SÍ.

/ BARBARA FDEZ.

Vivienda y derechos humanos

La falta de un hogar implica una violación de los derechos humanos, según recuerda Maribel Ramos Vergeles. “Empezando por el derecho a una vivienda adecuada y siguiendo por el derecho a la vida, a la integridad física y moral, a la salud o al trabajo. En definitiva, a una vida digna. Las personas que sufren la falta de hogar son, además, objeto de discriminación, criminalización y exclusión social. En nuestro país hay 30.000 personas que ven vulnerado su derecho constitucional a una vivienda digna”, explica la subdirectora de HOGAR SÍ. Además, Ramos Vergeles recuerda que “en nuestro país hay poco más de 20.000 plazas de alojamiento temporales, centros de acogida o albergues, lo que quiere decir que aproximadamente hay más de 10.000 personas que literalmente no tienen ni siquiera un lugar de emergencia donde dormir”.

Mujeres sin hogar

Se calcula que en España hay unas 33.000 personas sin hogar. Sin embargo, organizaciones como Cáritas elevan la cifra a 40.000. Alrededor de un 20% de ellas son mujeres y lo tienen mucho más complicado. “La cifra podría ser más alta”, explica Ramos Vergeles, ya que “muchas formas de sinhogarismo femenino que se quedan fuera de esas cifras”. Además, recuerda que “si vivir en la calle supone una amenaza real para la vida, en el caso de las mujeres sin hogar esa amenaza es mayor”.

En el estudio ‘La realidad de las mujeres en situación de exclusión residencial’, del Departamento de Política y Empleo del Gobierno Vasco, se constata que que victimizaciones de las mujeres en situación de sinhogarismo son superiores a las de los hombres en todos los casos. Ellas refieren agresiones físicas en un 31,3% por un 20,4% de ellos, y la diferencia se dispara en el caso de las agresiones sexuales, que sufren el 22,7% de las mujeres, frente a un 1,8% de los hombres.

Además, el estudio es muy significativo respecto a las causas de que una persona acabe en la calle según su sexo. Mientras que en el caso de los varones las razones suelen ser problemas laborales, económicos o vinculados a la falta de papeles, el 34,2% de las mujeres señala que se debe a problemas familiares y/o de ruptura de pareja, entre los que se encuentra la violencia machista. Que tantas mujeres que han sufrido violencia de género acaben en la calle alerta de un grave problema de falta de recursos reales para las víctimas.

Casas para todos

En HOGAR Sï cuentan con un programa basado en la metodología Housing First, pionero en España, con el que se dedican a lograr el acceso a una vivienda para personas en situación de sin hogarismo. Ya han conseguido casi 700, pero además, los datos son muy positivos: el programa tiene un 96% de retención del alojamiento, o sea, casi el total de las personas que acceden a una vivienda continúan en ella después de 18 meses. “La vida de las personas cambia radicalmente cuando acceden a una vivienda”, dice Ramos Vergel”, mejoran los indicadores de salud mental, mejoran las relaciones familiares y sociales, se reduce la probabilidad de ser víctima de un delito o una discriminación, se cubren mucho mejor las necesidades más básicas, las personas dicen estar más felices”.

Un problema estructural

En HOGAR SÍ proponen usar el término sinhogarismo en vez de sintecho porque, apuntan, el lenguaje construye realidad. “Queremos destacar que este problema es un fenómeno estructural relacionado con las políticas de vivienda y la escasez de vivienda asequible, la precariedad del mercado laboral y las debilidades de nuestro sistema de protección social”, apunta Ramos Vergeles, que subraya que no es un problema individual, sino de toda la sociedad.

Para conseguir ese cambio de perspectiva, han pedido a la RAE que introduzca la palabra sinhogarismo en el diccionario. “Términos como mendigo, indigente o vagabundo, que estereotipan, cosifican y deshumanizan a quienes sufren sinhogarismo y no nos dejan ver las verdaderas causas de esta vulneración de sus derechos”, apunta, “se ha construido una representación social que culpabiliza a las personas en situación de sinhogarismo y las vincula con la delincuencia”.

Una idea que corrobora Berta Collado, para quien “el imaginario social se ha construido a base de mitos junto con algunas políticas públicas de ‘seguridad’ y ‘convivencia ciudadana’ y ciertas prácticas periodísticas en torno a la pobreza, las que han favorecido esta construcción social que criminaliza a las personas que viven en la calle”. Para evitar esos prejuicios, la subdirectora de HOGAR SÍ recomienda mirar a las personas en situación de sinhogarismo como lo que son, “ciudadanos, con nombres y apellidos, con duras historias de vida que evidencian las graves deficiencias del sistema”, y lanza un mensaje optimista: “Todos podemos contribuir a acabar con el sinhogarismo”.

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