El truco que los japoneses utilizan para envolver los regalos y que viene con sorpresa
Una alternativa elegante y ecológica a los métodos de envoltura convencionales.
Existen infinidad de maneras de envolver los regalos cuando se acerca la Navidad y la noche de Reyes. Y es que, más allá del tradicional papel que solemos utilizar en la mayoría de las casas, existe una técnica milenaria que nos ha sorprendido, no solo por su originalidad y sencillez. En un mundo cada vez más preocupado por el medio ambiente, el arte de envolver regalos de forma sostenible se ha convertido en una tendencia creciente. Y es aquí donde tenemos que hablar del "Furoshiki", una técnica milenaria japonesa que emerge como una alternativa elegante y ecológica a los métodos de envoltura convencionales.
El exceso de 'packaging' con el que muchas las marcas empaquetan sus productos ha hecho que cada vez más personas apuesten por el "Furoshiki", que consiste en envolver los regalos con una tela, un pañuelo bonito o un foulard, normalmente de seda o algodón. Esta técnica era originalmente utilizada para proteger y transportar objetos valiosos en templos, pero con el tiempo, su uso se extendió a la vida cotidiana como una forma práctica de llevar ropa, regalos y otros artículos. El término "Furoshiki" proviene de la palabra "furo", que significa baño, y "shiki", que se refiere a la extensión y, en el Japón feudal, se usaba para envolver ropa mientras se visitaban los baños públicos, evitando así confusiones o extravíos.
"Furoshiki", el arte de envolver con telas japonesas
El "Furoshiki" se basa en la habilidad de doblar y atar tela. Se puede utilizar cualquier tipo de tela cuadrada y las tradicionales japonesas, como el algodón, la seda o el rayón, son las más populares. Las dimensiones varían, pero un tamaño estándar es de, aproximadamente, 70x70 centímetros, aunque la clave está en la técnica de plegado y anudado, que puede variar según el objeto a envolver. Desde botellas de vino hasta libros o perfumes, el "Furoshiki" se adapta elegantemente a diversas formas y tamaños.
Además de demostrar interés por el planeta, y esta es la sorpresa, esta técnica también es una prueba de afecto hacia el receptor del regalo, que es doble, ya que no recibirá el contenido sino también el envoltorio. Además, las telas que se usan son preciosas, con estampados y diseños muy variados, desde las más tradicionales hasta otras más modernas, por lo que, sea cual sea nuestro estilo, seguro que encontramos alguna de nuestro gusto.
Cómo envolver regalos con la técnica "Furoshiki"
¿Te animas a dar un toque original a la presentación típica de los regalos de Navidad? Solo tenemos que seguir estos sencillos pasos:
- Extendemos la tela sobre una superficie lisa y colocamos el objeto encima tratando de no formar ninguna arruga. En caso de que la tela lleve algún tipo de estampado, asegúrate de situarlo hacia abajo.
- Cubrimos el objeto con la tela dejando los extremos por debajo de la caja.
- Agarramos las dos esquinas laterales y las anudamos en el centro de la caja con el nudo "Mamusubi", resistente y fácil de soltar.
- Añadimos un toque decorativo al envoltorio con ramas, flores o motivos navideños.
El "Furoshiki" es más que una simple técnica de envoltura. Es un símbolo de respeto hacia el regalo y el medio ambiente y al adoptarla no solo estamos honrando una tradición milenaria, sino que también estamos contribuyendo a un futuro más sostenible.
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