Los cinco pueblos donde ver los atardeceres más bonitos de España
Si buscas ver la mejor puesta de sol de nuestro país, no puedes dejar de visitar estas localidades en las que la ‘hora dorada’ obra verdadera magia.
El atardecer es un momento mágico en el día que hace que todo sea especialmente bello. Tanto es así que, de hecho, a este fenómeno se le conoce con el nombre de la ‘hora dorada’. Si a esto le sumas un paisaje espectacular, el resultado es absolutamente increíble. Y es que, hay rincones en nuestro país que hacen que ver una puesta de sol sea una experiencia totalmente inolvidable. Playas, montes, acantilados... A lo largo y ancho de nuestra geografía hay una infinidad de lugares en los que el ocaso se ha convertido en uno de sus grandes reclamos. Entre todos ellos, hemos seleccionado nuestros favoritos: te contamos cuáles son los cinco pueblos con los atardeceres más bonitos de España.
Barrika, en Vizcaya
Se trata de un pequeño municipio pesquero lleno de acantilados de vértigo y playas donde se mezclan rocas y arena. Eso sí, su gran reclamo es el llamado ‘Flysch de Barrika’, una gran zona junto al mar en la que, durante millones se años, se han ido creando unas llamativas formaciones rocosas que quedan dibujadas en líneas verticales y horizontales.
Las Médulas, en León
En este municipio de El Bierzo, encontramos un conjunto paisajístico (que lleva el mismo nombre) al que dan vida unas históricas minas romanas. Estas curiosas formaciones en medio de la naturaleza, han sido declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO y, ver descender el sol a través de ellas, resulta casi onírico.
Morella, en Castellón
Más de dos kilómetros de muralla custodian este bonito pueblo medieval de la Comunidad Valenciana. Cuenta con un rico patrimonio artístico y cultural y, entre sus construcciones, destaca su impresionante castillo, en lo más alto del pueblo. Ver la puesta de sol con todo ello de fondo, sin duda, nos transportará a otra época.
San Andrés de Teixido, en La Coruña
Esta pequeña aldea (tiene menos de 50 habitantes), perteneciente al municipio de Cedeira, se ubica sobre unos imponentes acantilados y es una de las paradas imprescindibles de las Rías Altas gallegas. Cuenta la leyenda que «Si uno no va en vida, lo hará de muerto», vagando como alma en pena; así que, se ha convertido en todo un enclave de peregrinación. Tradiciones a parte, lo cierto es que sus vistas son inmejorables y su puesta de sol una auténtica delicia para los sentidos.
Maspalomas, en Gran Canaria
Sobre sus famosas dunas, el ocaso es especialmente romántico. Al caer el sol, la combinación de tonos cobrizos y azules contrasta especialmente con la luminosidad de ese emblématico mar de arena que nos transportará a la belleza típica del desierto.
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