¿Son los “microactos” la clave de la verdadera felicidad?

Cómo los pequeños gestos diarios marcan la diferencia en nuestro bienestar. 

El ingrediente fundamental para la receta de la felicidad: ¡dar las gracias!

Los pequeños gestos diarios son la clave
Los pequeños gestos diarios son la clave / Istock

Cuando buscamos la felicidad a largo plazo, solemos pensar en grandes acontecimientos o cambios significativos en nuestras vidas. Sin embargo, algunas investigaciones recientes han sugerido algo mucho más sencillo: la clave para la ser felices puede encontrarse en pequeños actos cotidianos a los que llaman "microactos" (y no esperar a que nos toque la lotería). 

Según el Proyecto BIG JOY, estos pequeños gestos tienen el potencial de aumentar nuestro bienestar emocional hasta en un 25% en el transcurso de solo una semana. Pero, ¿por qué son tan poderosas estas pequeñas acciones?

Los microactos pueden tener un impacto muy significativo en nuestra mente

Microactos: ¿qué son en la vida práctica?

Hablamos de microactos cuando nos referimos a pequeños comportamientos o actividades que están relacionados con nuestro bienestar emocional. Gestos simples que no requieren mucho tiempo, ni esfuerzo. Por ejemplo, desde hacer una lista de gratitud, a anotar cualquier idea o pensamiento feliz en un diario, ayudar a otros en actividades benéficas locales, celebrar la alegría de otra persona, meditar o reencuadrar cualquier reto o situación incómoda de manera positiva. Estos microactos, aunque pequeños, pueden tener un impacto muy significativo en nuestra mente y en la manera en que vivimos cada día.

Pequeños actos, grandes impactos

Una de las razones por las que los microactos pueden tener un efecto tan positivo es porque nos dan una ligera sensación de control. En lugar de sentirnos víctimas de nuestras emociones o circunstancias, los microactos nos permiten tomar las riendas de cómo sentirnos. Por ejemplo, al escribir una lista de gratitud, estamos cambiando nuestro enfoque hacia las cosas de una forma positiva y esto repercute, indudablemente, en la mejora de nuestro estado de ánimo y la reducción del estrés.

Los microactos nos permiten tomar las riendas de nuestras emociones

Los microactos nos permiten tomar las riendas de nuestras emociones

/ Istock

Otra teoría sugiere que realizar microactos regularmente puede crear un efecto acumulativo. Es decir, a medida que vamos añadiendo estos pequeños gestos en nuestro día a día, experimentamos una sensación de bienestar que va aumentando con el tiempo. A través de estas acciones, trabajamos activamente para aumentar nuestra felicidad y encontrar alegría y plenitud en las cosas más simples.

Ayudar a otros sin esperar nada a cambio, es un microacto

Ayudar a otros sin esperar nada a cambio, es un microacto

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Cómo hacer “microactos” en un día cualquiera

Incorporar los microactos en nuestro día no requiere ni grandes esfuerzos, ni grandes cambios. De hecho, la magia de estos gestos es que precisamente esa: cómo en cuestión de minutos y con muy poco, podemos cambiar tanto. Aquí tienes algunas ideas para comenzar.

El reencuadre positivo sugiere intentar ver las cosas desde un ángulo diferente

El reencuadre positivo sugiere intentar ver las cosas desde un ángulo diferente

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  • Listas de gratitud

Tómate unos minutos al día para escribir tres cosas por las que estás agradecida. Esto te ayudará a cambiar tu perspectiva y centrarte en aspectos más positivos.

  • Ayuda a otros

Desde pequeños gestos como abrir la puerta a alguien o enviar un mensaje de apoyo a una amiga. Estos actos no sólo benefician a los demás, sino también a nosotros mismos.

  • Celebra la alegría de los demás

Aprende a disfrutar de las alegrías de otras personas viviéndolas como si fueran tuyas y compartiendo sus emociones es de las cosas más bonitas y satisfactorias que hay.

  • Reencuadre positivo

Cuando te enfrentes a un reto o a una circunstancia incómoda, intenta reencuadrar la situación de manera positiva. Intenta ver las cosas desde un ángulo diferente y mantener una actitud más optimista.

Todo esto vuelve a demostrar la sólida certeza de que no es necesario esperar al “gran acontecimiento de tu vida” para encontrar tu felicidad. Puede que te la estés perdiendo por el camino si no estás prestando atención a las cosas más simples. Y ya ves... son muchas.

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