Estos son los 3 ejercicios que debes hacer si quieres evitar tener el pecho caído
Tres ejercicios que puedes hacer en casa y a los que solo debes dedicar unos minutos para lograr unos pechos erguidos
La edad nunca ha sido el único motivo por el que los pechos no se mantienen firmes en el tiempo, tal y como hemos visto recientemente con las canas, que atribuimos a un signo del paso de los años y que a personas como Becky G les acompañan desde la adolescencia. Así, son muchos los factores que determinan si nuestros senos van a estar turgentes y tonificados durante un determinado plazo.
El más habitual es la pérdida de colágeno, razón por la que el tejido de la mama no se quede en su lugar de origen, por así decirlo. La caída del pecho también depende de factores incontrolables, como la genética, ya que hay algunas mujeres que tienen tendencia a una piel flácida, así como los cambios en la estructura de las mamas, como pueden haber sido embarazos o la lactancia, cuando el pecho pierde glándulas y comienza a obtener más grasa.
Independientemente de lo que pueda sucederte, queremos que te sientas bien y orgullosa de esta parte de tu cuerpo y hemos pensado que estos tres ejercicios te pueden venir muy bien para mantener esta zona fuerte y firme. El primero de ellos de hecho, no precisa ni de un chándal ni de ropa deportiva, sino que puedes hacerlo mientras trabajas, porque solo necesitas mover el platisma.
Se trata del músculo que se extiende desde la mandíbula hasta la clavícula que se extiende desde la mandíbula hasta la clavícula. Frunce la piel del cuello y desciende la mandíbula. Si bien es considerado un músculo facial enfocado a la parte inferior del rostro, también sirve para levantar el pecho al contraer el platisma. Sin abusar y con una serie de 12 repeticiones diarias con contracciones con pausas de unos 3 segundos, puedes empezar a notar cambios.
Otro ejercicio que puede venirte muy para estos fines es el denominado 'Superman', ejercicio sencillo para el que solo debes acostarte boca abajo y en el que van a trabajar otro músculos. Lo importante aquí es levantar brazos y piernas estirados, lo máximo posible, durante unos 10 o 15 segundos. En caso de que tengas mancuernas, el tercer y último ejercicio de esta serie es acostarte boca arriba, con las rodillas dobladas en un ángulo de 90 grados y una pesa en cada mano. Elévalas en vertical y, al bajar los brazos, dobla los codos para colocar las pesas a la altura de la cabeza.
Aceite de oliva, un remedio natural
Si el aceite de oliva es beneficioso para todo, también debía serlo para el pecho, ya que contienen una serie de nutrientes exquisitos para elevar nuestro pecho con solo unos pasajes diarios en la ducha. Como todo masaje, este aumenta el flujo de sangre de los senos y frena el daño de los radicales libres debido a que tiene un alto contenido en antioxidantes y ácidos grasos. Asimismo, eleva esta parte del cuerpo y la mantiene firme.
Lo ideal es hacerse este masaje después del baño y por la noche antes de dormir, para que el aceite se absorba mejor. Si no sabes cómo debes hacerlo, te contamos que debes echarte un chorrito de aceite de oliva en las palmas de las manos y frotar los pechos con movimientos ascendentes para activar la circulación sanguínea. Recuerda recorrer toda esta cona con los dedos y que el masaje no debe ser inferior a 10 minutos.
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