El truco de la ‘top’ Malena Costa para que las sentadillas sean aún más efectivas

Admitámoslo, por mucho que nos cueste, la mejor manera para tener unos glúteos maravillosamente tonificados, es a través de las temidas sentadillas (también conocidas como ‘squats’). Este ejercicio es un básico en cualquier rutina ‘fitness’ porque, además, de perfeccionar nuestro trasero, también ayuda a mantener activos otros músculos como los muslos, la cadera y, en menor medida, el abdomen y las lumbares. Por lo que también es una de las mejores rutinas para reducir los molestos dolores de espalda. Eso sí, aunque es aparentemente sencillo, lo cierto es que requiere de cierta técnica y –admitámoslo– es bastante duro de realizar.

Lo primero que debes hacer es colocar los pies a la altura de los hombros, girándolos ligeramente hacia el exterior. El siguiente paso es, mirando hacia delante, realizar el mismo movimiento que harías al sentarte, llevando el trasero hacia atrás. Debes intentar mantener las rodillas abiertas, evitando que se curven hacia dentro. Además, la espalda tiene que estar lo más recta posible (te ayudará colocar las manos en la zona del pecho) y los pies totalmente pegados al suelo. También es importante que mantengas contraídos los músculos abdominales mientras realizas los movimientos. Finalmente, volverías a la posición inicial para ejecutar de nuevo el ejercicio. Los expertos señalan que, para notar resultados, deberías realizar unas 50 sentadillas al día e ir incrementando la intensidad conforme vayas mejorando tu forma física, para evitar que el cuerpo se acostumbre.

Por si esto fuera poco, acabamos de ver en Instagram un vídeo de Miguel Lordán, entrenador de Vips como Esther Acebo, Gala González, Mar Saura o Miriam Giovanelli. En este caso, el ‘coach’ ha colgado un ‘post’ en el que podemos ver a la modelo Malena Costa realizar las típicas sentadillas pero sobre una especie de flotador hinchable.

Esta revolucionaria herramienta ergonómica, conocida con el nombre de ‘waff’, ha sido ideada en Estados Unidos y favorece aspectos tan importantes como el control, el equilibrio y la activación de la musculatura interna. Además, al generar esa inestabilidad, nuestro sistema nervioso entra en alerta, por lo que el desafío se hace aún mayor, y se intensifica el trabajo de manera considerable. Pero no sólo lo pone más difícil, también tiene muchas ventajas para nuestro cuerpo, ya que reduce el estrés que sufren nuestras articulaciones, lo que minimiza el riesgo de lesión al eliminar cualquier impacto que pueda producir dolor e incomodidad. Y, además, resulta de lo más divertido.