De mercadillos por Londres con María Valverde

La capital británica recibe a la actriz María Valverde en un frenético fin de semana de shopping. Apunta sus direcciones.

Por Portobello Road, María lleva cazadora y vestido Pepe Jeans. El bolso es Antik Batik.
Por Portobello Road, María lleva cazadora y vestido Pepe Jeans. El bolso es Antik Batik.

«Me encanta este lugar», exclama la actriz mientras pasea por Londres. «Lo único que no me gusta es que acabo gastando demasiado», comenta con una sonrisa. María no ha podido resistirse a hacer un alto en los ensayos de la obra de teatro que actualmente interpreta para visitar los mercadillos de la que es –junto con Madrid– su ciudad favorita.

La última vez que estuvo en la capital londinense fue el verano pasado. Entonces rodaba ‘Cracks’, junto a Eva Green y Juno Temple. Se trata de una historia ambientada en un internado femenino de los años treinta, dirigida por Jordan Scott (la hija del mismísimo Ridley). En su primer papel en inglés, esta madrileña de veintiún años vuelve a interpretar a una colegiala.

No obstante, en sus últimos proyectos conoceremos a una María más adulta, distinta a la que aparecía en ‘La flaqueza del bolchevique’ o ‘Melissa P’. En el drama sobre la guerra civil ‘La mujer del anarquista’ es la fiel esposa de Juan Diego Botto y ¡la madre de Ivana Baquero!: «No participé en este proyecto para librarme de la etiqueta de lolita. En un principio, me ofrecieron el rol de niña, pero tras leer el guión me enamoré de la madre.»

En la obra ‘Llueve en Barcelona’, una producción del Centro Dramático Nacional (hasta el 8 de marzo en el teatro Valle-Inclán de Madrid), interpreta a una prostituta. «Soy muy casera y prefiero no salir, pero esta vez quise aprender cómo vive la gente de la noche. Estuve fijándome y observando a las chicas de la calle.»

María confiesa que, como intérprete, le fascinan los abismos: «Es una de las razones por las que soy actriz. Me atrae todo lo peligroso y lo oscuro. Busco el riesgo, aunque luego vuelva a casa llorando.» ¿Sus próximos retos? «Quiero trabajar en un filme de acción y no me vendría nada mal una comedia. La verdad es que no salgo del drama o el cine de género.»

En los mercadillos, María busca regalos y, sobre todo, sombreros, su debilidad. Aprovecha para quedar con varias de las compañeras inglesas que conoció cuando rodaba ‘Cracks’, que le regalan un gorro de lana para que amplíe su colección.

La joven actriz, además, atesora cualquier objeto relacionado con las libélulas: «Es mi símbolo. Mi madre me llama ‘Campanilla’ y la libélula se le parece mucho. De hecho, llevo una tatuada en la cadera.»

A pesar de los sempiternos cielos grises, María tiene el don de atraer la luz allá donde vaya. Los normalmente imperturbables londinenses no pueden evitar detenerse a observar a la actriz durante la sesión de fotos: «¡Qué guapa! ¿Quién es? ¿En qué películas sale?», se escucha en puestos, cafés y tiendas. Es posible que María se convierta próximamente en su vecina: la actriz no descarta trasladarse a Londres una temporada y practicar el acento británico. Ya está indagando sobre los barrios en los que le gustaría vivir: «Pero, eso sí, me mudaré cuando haga mejor tiempo», confiesa.

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