Los mejores momentos de la visita de los Reyes al pueblo ejemplar de Sotres
La Familia Real ha visitado el pueblo asturiano de Sotres y ha dejado momentos anecdóticos que quedarán para el recuerdo, sobre todo entre sus poco más de cien habitantes.
Los detalles que no se vieron en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias
Ayer se dieron por concluidos los Premios Princesa de Asturias 2024 con la visita a Sotres, nombrado Pueblo Ejemplar de este año. Durante varias horas, la Familia Real ha recorrido la pequeña localidad de la mano de los vecinos que les han mostrado la belleza natural que la rodea: los impresionantes Picos de Europa. Este pueblo del Concejo de Cabrales, cuenta tan solo con 108 habitantes censados de los cuales solo hay 5 niños, un dato que la princesa Leonor ha querido destacar en su discurso.
Entre gaitas, acordeones y llaniscas, los Reyes y sus hijas han paseado y posado ante las cámaras al tiempo que firmaban algún que otro autógrafo y recibían regalos con la mejor de sus sonrisas. Los pastores de Sotres han hecho entrega de un cencerro a Leonor y Sofía, hecho especialmente para la ocasión. También les han regalado una camiseta de fútbol -conocedores de la pasión de la infanta por este deporte- y el mejor de los regalos, la ilusión de los habitantes ante su visita.
La simpática anécdota que ha despertado las risas de Leonor y Sofía
El entorno rural ha dado pie a las hermanas a comportarse como lo que verdaderamente son, adolescentes que apenas alcanzan la mayoría de edad, abrazándose, mostrándose cariñosas y tomándose fotografías con completa naturalidad. Así lo demuestra uno de los momentos más anecdóticos de la jornada, cuando estaban sobre la plataforma del mirador y les han pedido una foto juntas. La pequeña no ha dudado en pasarle el brazo por encima a su hermana, un gesto ante el que Leonor se ha apartado.
Rápidamente se ha dado cuenta y se ha acercado entre risas para pasarle el brazo a su hermana por la cintura. La complicidad ha vuelto a relucir entre ellas, al igual que con sus padres. Justo antes de llegar al mirador, la reina Letizia le ha colocado el abrigo a la princesa para cubrirle la zona del pecho y evitar que cogiera frío. Como toda madre haría con sus hijos un día de frío. Pero eso sí, acompañado del gesto de reprobación de Leonor. Como toda hija haría cuando su madre la trata como una niña pequeña.
La comodidad de la reina Letizia
Bajo "vivas" a la Familia Real y a España y entre vítores y aplausos, han presenciado eventos como la Jovera, una de las actividades más representativas de Sotres y sus fiestras patronales. Después han ido a la zona de La Ería y han visitado la Quesería Maín, donde se elabora el archiconocido queso Cabrales. No se han perdido un solo detalle de la zona y han acabado su paseo con una conversación con una de las personas más ilustres del pueblo.
Doña Letizia ha tenido un bonito gesto con Justa, la dueña de 84 años del mítico bar de Sotres, Casa Rumba. La mujer, sin cortarse un pelo, ha saludado muy efusivamente a la reina y a las pequeñas, algo que el rey ha querido evitar por no saltarse el protocolo. Aun así, Letizia se ha mostrado muy cercana y ha dejado achucharse por la mujer, a quien no soltaba las manos durante los primeros minutos de charla, mostrándose muy cómoda en un entorno que le es muy familiar: su querida Asturias.
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