La familia real británica habla por primera vez sobre el estado de salud de la princesa Ana de Inglaterra, hospitalizada por un accidente a caballo

El esposo de la princesa Ana ha ofrecido las primeras declaraciones en persona acerca de su estado de salud tras acudir a visitarla en el hospital.

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La princesa Ana, que es una experta amazona y llegó a competir en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, sufrió heridas y una conmoción cerebral mientras paseaba por su finca de Gloucestershire, en un accidente que se cree que fue causado por una coz de un caballo.

Su marido, el Vicealmirante Sir Tim Laurence, se encontraba a su lado en aquel momento y ahora ha ofrecido la primera información sobre su estado de salud que no se ha dado a través de un comunicado tras visitarla en el hospital.

La princesa Ana, una amante de los caballos

La princesa Ana, una amante de los caballos

/ Gtres

Las palabras del almirante Sir Tim Laurence

"Está bien. Despacio, pero seguro", ha asegurado a la prensa. "Se está recuperando bien, gracias. Ambos estamos profundamente agradecidos al equipo médico y al personal de apoyo del hospital por su experta atención, y a los servicios de emergencia, que se portaron de maravilla en el lugar de los hechos".

Sir Tim también agradeció a los mensajes de apoyo que han recibido de gente tanto cercana como lejana, porque todas estas muestras de cariño han conseguido emocionarles a ambos. "Significa mucho para nosotros", ha añadido.

Sir Tim Laurence sale del hospital tras visitar a la princesa Ana de Inglaterra

Sir Tim Laurence sale del hospital tras visitar a la princesa Ana de Inglaterra

/ Gtres

El accidente de la princesa Ana

Los servicios de emergencia acudieron a la finca de Ana y fueron los primeros en proporcionarle atención médica antes de que pudiera ser trasladada al hospital de Southmead, en Bristol, para que le realizaran una serie de pruebas y permaneciera en observación mientras recibía tratamiento. Desde el palacio de Buckingham se aseguró entonces que solo había sufrido heridas leves y una conmoción cerebral para aclarar que no corría peligro.

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