Si tienes +40 esto te interesa: hay un nuevo ‘must’ para acabar con las ojeras

Si hay un dilema ‘beauty’ que desespera a quienes lo padecen, esas son, sin duda, las ojeras. Combatirlas no es nada sencillo y el principal efecto que tienen sobre nuestro rostro es que nos hacen parecer más cansadas e, incluso, son capaces de sumarnos unos años de más. Y es que, aunque hay quien las padece desde joven, es cierto que estas se acentúan con el paso del tiempo. Eso sí, debes tener en cuenta que no todos los tipos de ojeras son iguales y, a grades rasgos, podemos diferenciar entre las vasculares y las pigmentadas. Según explican desde la Clínica Barraquer, las primeras son «de color azul, rosa o morado» y se deben a «una microcirculación débil del contorno ocular que provoca una adelgazamiento y laxitud de la piel», por lo que suelen aparecer en «personas con la piel fina y clara». Por otro lado, llamamos ojeras pigmentadas a aquellas que son «marrones o negras» y que se producen por lo que, en términos médicos, se conoce como una «hipercromía idiopática del anillo orbitario», que tiene lugar a causa de «una producción excesiva de melanina en la piel de los párpados por motivos congénitos o adquiridos».

A la hora de elegir tu contorno de ojos, debes tener en cuenta que la forma de combatirlas es diferente y que existen ingredientes específicos para cada tipo. Así, si para las primeras la vitamina K y la cafeína se alzan como tus grandes aliados, en el caso de las segundas, cada vez gana mayor relevancia el ácido tranexámico. Un activo que, cada vez, empieza a ganar mayor relevancia en el mundo de la cosmética.

Qué es el ácido tranexámico y para qué se utiliza

Se trata de un derivado sintético del aminoácido lisina, usado habitualmente en la medicina para tratar problemas de coagulación, así como en dermatología por su poder despigmentante. Y es que, una de sus propiedades fundamentales es la capacidad de inhibir la producción de melanina, de ahí que evite la aparición de manchas, a la vez que aporta mucha luminosidad a la piel. Por ello, este ha dado el salto a la cosmética y, en concreto, a los contornos de ojos, ya que, entre sus beneficios también se encuentra su efecto antiinflamatorio, que va a disminuir la hinchazón que se produce alrededor de los ojos, es decir, las (temidas) bolsas.

Cada vez, son más los productos que podemos encontrar en el mercado que incluyen este ingrediente en su formulación. De hecho, hemos encontrado un ‘reels’ en el que podemos encontrar tres productos en los que este juega un papel principal y que, por tanto, pueden ayudarte a terminar con las ojeras oscuras o pigmentadas: ‘Zoom In’, de Glow Filter, ‘Neoretin’, de Cantabria Labs y ‘K-AT Serum’ de Gema Herrerías.