Estos trucos cambiarán para siempre tu forma de lavarte el pelo: te durará limpio más tiempo

Lavarse el pelo es, para muchas, una de esas tareas inevitables y tediosas que pueden llegar a marcar, incluso, toda la planificación semanal. ¿Te suena familiar el dilema de preguntarte cuándo es el momento ideal para hacerlo? La conversación interna podría sonar parecida a esto: «Si me lo lavo mañana, que voy al gimnasio, entonces no me durará limpio para la cena del viernes...». Este es el pan de cada día de muchas, y encontrar el equilibrio entre mantener un cabello limpio y la rutina diaria parece misión imposible.

Sin embargo, la clave para lograr espaciar el tiempo entre lavados no solo está en qué productos utilizas, sino también en cómo los usas. Si quieres optimizar tu rutina y disfrutar de un pelo más limpio durante más tiempo, toma nota de estos trucos infalibles que cambiarán para siempre tu forma de lavarte el pelo. 

1. Elige el champú adecuado

Como es obvio, no todos los champús están diseñados para el mismo tipo de melena, y elegir uno adecuado para tu cuero cabelludo es esencial. Si tienes tendencia a la grasa, opta por fórmulas clarificantes que eliminen el exceso de sebo pero manteniendo la hidratación. Por otro lado, si tienes el cabello seco o con tendencia a encresparse, elige uno con función nutritiva.

2. Aplica el acondicionador de forma estratégica

Uno de los errores más comunes es aplicar el acondicionador por todo el cabello, incluidas las raíces. Esto puede provocar que tu melena se engrase más rápido. El acondicionador solo debe aplicarse de puntas a medios, que es la zona que realmente necesita hidratación. Además, asegúrate de enjuagarlo bien para evitar cualquier residuo que pueda apelmazar tu cabello.

3. Lava dos veces, pero con delicadeza

La primera lavada elimina la suciedad superficial y el exceso de grasa, mientras que la segunda permite que el champú penetre mejor y limpie a fondo. Eso sí, hazlo con movimientos suaves, sin fricción excesiva que pueda irritar el cuero cabelludo.

4. Cuidado con la temperatura del agua

El agua muy caliente puede ser una de las causas de que tu cabello se engrase rápidamente, ya que, el calor excesivo estimula las glándulas sebáceas, lo que provoca que el cuero cabelludo produzca más aceite. Lo ideal es lavar el pelo con agua tibia y, al final, realizar un último enjuague con agua fría para sellar las cutículas y darle más brillo a tu melena.

5. Cepilla tu cabello correctamente

Más allá del momento "ducha", el cepillado diario es esencial, pero es importante hacerlo bien. Un cepillado suave y distribuido, comenzando por las puntas y subiendo lentamente hacia las raíces, ayudará a distribuir los aceites naturales del cuero cabelludo a lo largo del cabello, evitando que se acumulen en las raíces. Además, utilizar un cepillo limpio y adecuado para tu tipo de cabello marcará la diferencia.