Has estado aplicando mal el corrector todo este tiempo: te contamos los trucos infalibles
Te desvelamos lo que sí y lo que no tienes que hacer a la hora de utilizarlo para lograr un efecto ‘segunda piel’.
Si hay un producto clave en cualquier maquillaje, ese es, sin ninguna duda, el corrector. Es uno de los pasos fundamentales a la hora de conseguir un ‘look beauty’ ideal y, por fácil que parezca, aplicarlo bien no es una tarea sencilla. De hecho, con el paso de los años hemos ido atravesando distintas etapas, con sus correspondientes técnicas virales que, además, se contradecían constantemente unas a las otras. Al final, como en todo, lo más importante es que el resultado sea siempre lo más natural posible. ¿Cómo lograrlo? Aquí te damos los trucos definitivos para aplicar el corrector y que parezca que tienes aplicado un filtro de TikTok.
Hidratar, hidratar e hidratar
La zona de la ojera, especialmente en algunas personas, suele ser un área más seca que el resto del rostro, por lo que es fundamental aplicar un buen contorno de ojos que aporte una buena nutrición. De esta forma, conseguiremos evitar, por un lado, que el maquillaje se cuartee y, por otro, que, con el paso de las horas, se marquen las arruguitas.
El orden es importante
En este caso no funciona la propiedad conmutativa porque el orden de los factores sí altera el producto, y bastante. Si aplicas primero el corrector, utilizarás mucha más cantidad de producto que si lo haces una vez aplicada la base (si es que la quieres aplicar). Por tanto, lo mejor es que apliques ésta en primer lugar para, posteriormente, utilizar el corrector sólo en aquellas zonas en las que sea realmente necesario. Eso sí, esta regla tiene una excepción: si utilizas una base en polvo, sí que deberás utilizar primero el corrector, ya que, al ser en crema, si lo extiendes sobre el polvo puede tender a crear grumitos.
Elige bien el tono
Es importante que tengas en cuenta el color de tu piel, porque, si eliges un tono demasiado claro lo único que conseguirás es tener esas famosas ojeras de panda invertidas. Para corregir imperfecciones como granitos, lo perfecto es optar por un tono ligeramente más claro que el natural, mientras que, para el resto, lo ideal es que sea del mismo tono que tu base para que se funda con ésta.
Cuidado con las cantidades
Menos es más, especialmente en lo que a este producto se refiere. Suelen ser fórmulas ideadas para camuflar, así que, si te excedes, puede que, lo único que consigas, sea un efecto máscara que, para nada, resulta favorecedor. Lo perfecto es aplicar, más o menos, una gota de corrector para la zona del contorno de ojos, así como en cada granito, y, como mucho, dos o tres puntitos para la zona ‘T’.
Escoge la brocha idónea
Es importante que apuestes por una diseñada para esta tarea. Lo mejor es optar por una brocha pequeña, que te permita difuminar con una mayor precisión y lograr el deseado acabado con efecto segunda piel. En el caso de los granitos, lo ideal es integrarlo con las propias yemas de los dedos.
No te olvides de sellar
No nos referimos a que hagas un ‘baking’ al estilo de Kim Kardashian, pero sí es conviente que apliques una fina capa de polvos traslúcidos para conseguir un resultado perfecto y que se mantenga intacto durante horas.
Síguele la pista
Lo último