La madurez creativa de Victoria Beckham en Nueva York

La conversión de la 'Posh Spice' en una diseñadora respetada es una historia a tener en cuenta. Cuando Victoria Beckham dejó los escenarios para empezar su carrera como diseñadora casi nadie creyó en ella, tan sólo era una famosa más con ganas de probar su talento en la pasarela. La mujer de David Beckham, la Spice que menos salía en los videoclips. La menos pintona. 

El último desfile de Victoria Beckham en la semana de la moda de Nueva York ha puesto sobre la mesa una verdad que para muchos ya era una evidencia, la firma de la ex cantante pop es un valor sólido que se consolida temporada tras temporada. Ya nadie duda de ello. Y lo ha conseguido de manera elegante y silenciosa, todo un detalle a tener en cuenta en esta época de sobreexposición mediática.

Sobre la pasarela vimos una propuesta basada en la aproximación al guardarropa femenino desde un punto de vista casi intelectual.  Victoria Beckham se inspira en la deconstrucción de patrones clásicos, como el bustier, para tratar de componer nuevas formas a partir de las ya existentes. Como un puzzle en el que la mismísima Rei Kawakubo se sentiría muy cómoda.

Los tejidos áridos, como la lana 'Príncipe de Gales' o 'jaquard' que se consiguen moldear mediante inesperados cortes que aportan a la silueta femenina acertados volúmenes. La inspiración 'sartorial' pone de manifiesto la dicotomía masculino/femenino. Dicotomía en la que Victoria Beckham se sabe mover. 

La elección de los accesorios, zapatos planos y sobrios bolsos de mano, terminan por redondear una colección con la que la diseñadora alcanza su madurez creativa.