Viena, capital de contrastes

1 Skopik & Lohn

Cocina austriaca sencilla elaborada con un producto de primera; un local con solera, clásico y sofisticado, y una clientela local son las señas de identidad de este restaurante imprescindible.

Leopoldsgasse, 17.

2 Thyssen Bornemisza Augarten

En los hermosos jardines de Augarten hallamos este espacio dedicado al arte contemporáneo que acoge, además, buenas exposiciones. Su café es una delicia.

Scherzergasse, 1A.

3 Weinfach Vinothek

El mejor lugar para conocer los secretos de los vinos austriacos, y disfrutarlos junto a unos quesos y embutidos de excepción, es esta vinatería con una terraza encantadora.

Taborstraße, 11A.

4 Odeon

Teatro de referencia que ofrece desde espectáculos de danza a performance y teatro alternativo. El majestuoso edificio, que fue en su día sede de un mercado de frutas y verduras, merece por sí solo una visita.

Taborstraße, 10.

5 Sofitel Vienna Stephansdome

Espectacular cinco estrellas diseñado por Jean Nouvel, con vistas a toda la ciudad (noria incluida) y un restaurante magnífico: el Das LOFT, puro glamour en la planta 18.

Praterstraße, 1.

6 Song

Completa concept store en la que encontramos desde ropa hasta muebles, complementos o accesorios para el hogar. Cuenta con una galería de arte contemporáneo con propuestas altamente interesantes.

Praterstrasse, 11-13.

7 Duzis

Catalogado como uno de los mejores lugares del mundo para fumar shisha, este espacio 100 % noctámbulo ofrece también una buena selección de cócteles y unos snacks que no están nada mal.

Praterstraße, 25.

8 Balthasar

Bonito espacio de diseño, agradable, luminoso y siempre animado, que puede presumir del que es, probablemente, el mejor café de la ciudad y de unas pastitas homemade espectaculares.

Praterstraße, 38.

9 Prater

En Viena es fácil sentirse en otro siglo. Especialmente, cuando contemplamos la ciudad desde lo alto de la emblemática noria del Prater, el parque de atracciones más antiguo del mundo.

Riesenradplatz, 1.

10 Mozaik

Su excelente relación calidad-precio, sus raciones abundantes y unos schnitzels (las archipopulares escalopas vienesas) que quitan el hipo hacen de este restaurante un básico.

Stuwerstraße, 22.