El viaje perfecto para noviembre: precioso, barato y a solo una hora de avión desde Alicante

Descubre esta impresionante ciudad y sus alrededores en un viaje inolvidable por muy poco dinero

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Pese a que los meses más calurosos son los más acertados para planificar unas vacaciones, la ventaja que tiene el resto de meses sería que las multitudes de turistas disminuyen. Si estás buscando un destino bonito, asequible y a solo una hora en avión desde Alicante, Oporto, en Portugal, es la elección ideal. Esta ciudad, famosa por su vino y su encanto histórico, ofrece mucho más de lo que te imaginas.

Te explicaremos cómo organizar un viaje a Oporto de una semana, qué ver y qué hacer tanto en la ciudad como en sus alrededores.

Cómo planificar un viaje a Oporto

Oporto se encuentra a solo una hora y cuarenta minutos de vuelo desde Alicante, lo que lo convierte en un destino cómodo para una escapada rápida. Con vuelos directos operados por aerolíneas de bajo coste, es fácil encontrar billetes a precios muy accesibles (las opciones más baratas cuestan 23 euros). Sólo debes elegir la fecha que mejor te cuadre y subirte al avión. Una vez que aterrices en el Aeropuerto Francisco Sá Carneiro, puedes llegar al centro de la ciudad en unos 30 minutos en transporte público, como el metro o autobús, o en taxi por un precio razonable.

Imagen del río Duero.

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Para alojamiento, Oporto ofrece una amplia gama de opciones, desde hoteles boutique en edificios históricos hasta apartamentos y hostales económicos. La zona más recomendada para hospedarse es el centro histórico, conocido como Ribeira, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Desde aquí tendrás fácil acceso a los principales puntos turísticos y una vista espectacular del río Duero.

Qué hacer en Oporto durante una semana

Día 1: Explora el centro histórico de Oporto

El primer día puedes comenzar explorando el corazón de la ciudad: el centro histórico de Oporto. Aquí, las calles empedradas te llevan a través de edificios coloridos y fachadas decoradas con azulejos tradicionales. Comienza el día en la Catedral de la Sé, uno de los edificios más antiguos y emblemáticos de la ciudad, con vistas panorámicas impresionantes desde su terraza.

Después, dirígete a la famosa Torre de los Clérigos, que ofrece una vista de 360 grados de la ciudad tras subir sus 240 escalones. Cerca de la torre, encontrarás la Librería Lello, considerada una de las más bellas del mundo y que inspiró a J.K. Rowling en la creación de los escenarios de Harry Potter.

Finaliza tu primer día en la Plaza de la Ribeira, a orillas del Duero. Aquí podrás disfrutar de una cena en uno de los muchos restaurantes que ofrecen comida tradicional portuguesa, como el famoso bacalao o una sabrosa francesinha.

Día 2: Un paseo por la Ribeira y las bodegas de Vila Nova de Gaia

El segundo día puedes dedicarlo a conocer más sobre el vino de Oporto. Cruza el Puente Don Luis I, que conecta Oporto con Vila Nova de Gaia, donde se encuentran las bodegas más importantes de la zona. Muchas bodegas, como Sandeman o Graham's, ofrecen visitas guiadas con degustación.

Vista nocturna del Puente Don Luis I y Cais da Ribeira en Oporto

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Tras la visita a las bodegas, puedes dar un paseo por la ribera de Vila Nova de Gaia, desde donde obtendrás una vista impresionante del casco antiguo de Oporto. Si quieres una experiencia más relajada, súbete a uno de los barcos turísticos que recorren el río Duero y ofrecen otra perspectiva de la ciudad y sus puentes. Hacerlo al atarceder será el broche de oro a tu segundo día en Portugal.

Día 3: Arte y cultura en Oporto

Si te interesa la cultura, dedica tu tercer día a sumergirte en el panorama cultural y artístico de la ciudad. Visita el Museo de Arte Contemporáneo de Serralves. Tanto las obras de su interior como los jardines del exterior merecen mucho la pena. Después explora la zona de Boavista, donde se encuentra la Casa da Música, un auditorio icónico y moderno que ofrece conciertos y visitas guiadas. Es el mejor ejemplo de la arquitectura contemporánea de la ciudad.

La catedral de Oporto.

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Para cerrar el día, visita la Estación de São Bento, famosa por sus impresionantes murales de azulejos que narran la historia de Portugal.

Día 4: Excursión a Guimarães, la cuna de Portugal

A unos 50 minutos en tren desde Oporto se encuentra Guimarães, conocida como la cuna de Portugal, ya que fue aquí donde nació el primer rey del país. En esta ciudad histórica, puedes visitar el Castillo de Guimarães y el Palacio de los Duques de Braganza, así como pasear por su casco antiguo medieval, repleto de plazas encantadoras y callejuelas adoquinadas.

Centro histórico de Guimarães.

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Guimarães es un destino perfecto para una excursión de un día y te permitirá descubrir un lugar lleno de historia y belleza.

Día 5: Recorrido por el valle del Duero

El quinto día de tu viaje puedes dedicarlo a una excursión por el valle del Duero, una de las regiones vinícolas más hermosas de Europa. Puedes alquilar un coche o unirte a una excursión organizada que te llevará a recorrer los viñedos en terrazas que descienden hacia el río.

Imagen del valle del Duero.

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Visita algunos de los pueblos pintorescos a lo largo del Duero, como Peso da Régua o Pinhão, donde podrás disfrutar de catas de vino en las bodegas locales y pasear entre los viñedos.

Día 6: Descanso en las playas cercanas a Oporto

Si te apetece un día más relajado, Oporto tiene algunas playas cercanas que son perfectas para descansar y disfrutar del buen tiempo. La Playa de Matosinhos es una de las más populares y se encuentra a solo unos minutos en metro desde el centro de la ciudad. Aquí puedes tomar el sol, practicar surf o disfrutar de mariscos frescos en uno de los restaurantes junto a la playa.

Otra opción es visitar la Playa de Foz do Douro, una zona más tranquila con paseos marítimos y vistas impresionantes al océano Atlántico.

Día 7: Excursión a Aveiro, la Venecia de Portugal

Para cerrar tu viaje de manera especial, dedica tu último día a una excursión a Aveiro, conocida como la Venecia de Portugal. Esta ciudad costera está a una hora en tren desde Oporto y es famosa por sus canales, sus coloridas casas de pescadores y los moliceiros, unos barcos tradicionales similares a las góndolas.

Una de las mejores formas de conocer la ciudad es a bordo de un moliceiro. Estas embarcaciones, que originalmente se usaban para recolectar algas, hoy en día llevan a los turistas a lo largo de los canales, permitiéndoles disfrutar de las vistas más pintorescas de la ciudad. Desde el barco, verás la arquitectura Art Nouveau desde otra perspectiva más tranquila y relajante. Después puedes explorar el centro histórico a pie. Un buen punto de partida es la Catedral de Aveiro, también conocida como la Iglesia de São Domingos. Desde allí, camina hasta la Plaza de la República, el corazón de la ciudad, donde se encuentra el ayuntamiento y la iglesia de la Misericordia.

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