¡Orgullo femenino!

A base de esfuerzo, de apretar los dientes, de pundonor y de talento, nuestras deportistas están tomando por meritos propios el lugar que les corresponde en lo más alto deporte español. Están gritando alto y claro lo que son capaces de hacer y reclamando toda la atención que se merecen.

Mireia Belmonte ha conquistado en el Mundial de Natación de Budapest el oro que le faltaba: el de una final mundial de 200 mariposa. Hace exactamente un año en Río de Janeiro, después de subir a lo más alto del pódium, la española anunció que su siguiente objetivo era repetir la conquista en Budapest. Dicho y hecho. “Estoy supercontenta porque es la medalla que me faltaba”, declaraba la nadadora nada más salir de la piscina. Belmonte tenía el oro olímpico de Río 2016 y había sido cuatro veces campeona de Europa, pero nunca había ganado en un mundial. Con esto, por si alguien todavía lo dudaba, se convierte en la mejor nadadora española de la historia.

Y no es la única alegría que nos han dado las chicas en las piscinas de Budapest. Ona Carbonell ha saldado su participación en el campeonato con dos medallas de plata, igualando en su medallero personal al conquistado por Gemma Mengual, con un total de 20. ¡Y esto no ha terminado! Hoy mismo, viernes 28 de julio, a las 20.30 h, la Selección de Waterpolo peleará por el oro frente a Estados Unidos en la gran final del Mundial de Natación.

Mientras tanto, la Selección femenina de Fútbol también va pasito a paso hacia el pódium y ya se ha clasificado para los cuartos de final del Europeo y se medirá con Asutria este domingo para lograr un puesto en las semifinales. Todos estos éxitos se unen a los que aún tenemos bien recientes en el recuerdo, como el apoteósico triunfo de Garbiñe Muguruza en las pistas de Wimbledon ni más ni menos que frente a la todopoderosa Venus Williams; o la última gran victoria en equipo: la de la Selección femenina de baloncesto que conquistó el Eurobasket el pasado junio. ¡Nunca nos cansaremos de aplaudiros, chicas!