Francia es el primer país del mundo en proteger el derecho al aborto en su Constitución
Sorprende el inusual consenso, pues desde la izquierda hasta la ultraderecha han respaldado esta medida. Tomamos el pulso a la situación del aborto en el mundo.
780 votos a favor, 72 en contra y 50 abstenciones han consagrado en la ley fundamental la libertad garantizada a la interrupción voluntaria del embarazo en Francia. Hablamos de una mayoria muy superior a los tres quintos requeridos; una mayoría que además supone la consagración de Francia como el primer país del mundo en proteger el derecho al aborto en su Constitución.
Tras el 24 de junio de 2022, fecha en la que Estados Unidos se quedo sin derecho al aborto a nivel federal al decidir su Tribunal Supremo no proteger el derecho al aborto en la conocida sentencia de Roe contra Wade, Macron quiso asegurarse de que este derecho fuera irreversible en Francia. Lo cierto es que países como Polonia y Holanda han visto cómo ela acceso al aborto ha ido reduciéndose, un indicativo más de que los derechos no se logran para siempre. Desde lo ocurrido en Estados Unidos, Francia ha intentado constitucionalizar el derecho al aborto, aunque el camino no ha sido fácil al no haberse puesto de acuerdo los diputados y senadores en una misma redacción, algo esencial para poder cambiar la constitución.
Finalmente, el acuerdo no habla de “derecho al aborto” (algunos sectores alegaron que podría contravenir el derecho a la objeción de conciencia), sino de “la libertad garantizada” para acceder a la interrupción de un embarazo. "La ley determina las condiciones en las cuales se ejerce la libertad garantizada a la mujer de recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo", explica el texto añadido a la Constitución.
Un llamativo consenso y el ok de Le Pen
Destaca el inusual consenso, pues desde la izquierda hasta la ultraderecha han respaldado esta medida. La líder del partido de extrema derecha, Marine Le Pen, explicó antes de la votación a los medios que aunque su voto sería a favor, consideraba una exageración llamarlo un paso histórico. "Nadie está poniendo en riesgo el derecho al aborto en Francia", dijo. 'Página 12' le preguntó qué diferencia hoy a Francia de otros países, como Argentina, donde el ataque al derecho al aborto es parte de una agenda “antigénero” de un gobierno alineado con otros líderes de la ultraderecha.
“En estos 18 meses de discusión, se destacó un argumento infalible y es que las democracias deben proteger los derechos de las mujeres. Y dentro de los derechos de las mujeres están el derecho a la libertad, el derecho a escoger, el derecho a la autonomía y, por lo tanto, el derecho a esta libertad de acceder al aborto. Y es interesante esa pregunta, porque detrás de este argumento, en las discusiones en la Asamblea, en el Senado, hoy mismo en el Palacio de Versalles se ha citado justamente eso y se ha aludido a la situación en Argentina y el hecho de que los populismos, la primera cosa que hacen es atacar los derechos de las mujeres, los derechos sexuales y reproductivos, y el acceso al aborto”, responde.
“Y algo que ha estado muy presente en todas las discusiones es el mensaje que quiere mandar Francia al mundo. Esta reforma tiene consecuencias directas y es histórica para las mujeres de Francia pero también para las de todo el mundo. Francia está diciendo que las democracias no pueden estar completas si no se protegen los derechos sexuales y reproductivos, y el derecho a las mujeres de disponer de sus cuerpos”, añade.
Radiografía del aborto en el mundo
Como explica Júlia Salander en ‘Tu argumentario feminista’, en España el aborto sigue siendo un privilegio. En 2010, Zapatero aprobó la ley de plazos en España, que permite abortar hasta la semana 14 (la misma que en Francia, por cierto). La cifra de abortos más alta fue registrada en nuestro país en 2011, con 118.611, y en 2021, se registraton 90.000, la menor cifra en los últimos 20 años. El Ministerio de Sanidad indica que el 85% de todos los abortos de 2021 se llevaron a cabo en clinicas privadas. “¿Por qué pasa eso? Por el supuesto derecho de objeción de conciencia. El código deontológico recoge que los médicos y médicas pueden negarse a hacer intervenciones si contravienen su moral. Así que, aunque el aborto sea legal en España, nos encontramos que de facto hay hospitales donde no se hacen abortos”, escribe Salander.
La politólogca inica que en Aragón, en Castilla La Mancha, en Extremadura y Murcia no existe hospital público alguno en el que se realicen abortos, y hay 12 provincias en las que “casualmetne”, se registran 0 abortos al año. “Esto hizo que en 2022, el 30 % de las mujeres que abortaron en España tuvieran que recorrer más de 200 kilómetros para poder hacerlo en un centro público”, explica.
Antes comentamos que la conocida sentencia de Roe contra Wade hizo que Estados Unidos se quedara sin derecho al aborto a nivel federal. En realidad, la sentencia no quiere decir que se haya prohibido abortar, sino que ya no es un derecho protegido, por lo que cada estado decide qué hacer. Mientras tanto, como indicó Le Pen, el caso de Argentina fue mencionado en varios discursos puestos en marcha en el debate para instar a reformar la constitución en Francia. Aunque el Congreso argentino aprobó a finales de 2020 la ley de interrupción voluntario del embarazo, el partido de Milei ha presentado en el Congreso un proyecto que no sólo no permite que las mujeres aborten de forma legal y gratuita, sino que no lo autoriza ni en casos de violación, siendo por ello aún más restrictivo que el Código Penal de 1921 y 2020. Por si fuera poco, Miley ha propuesto castigar con penas de hasta tres años de cárcel a “la mujer que causare su propio aborto o consintiere en que otro se lo causare” y propone penas de entre uno y cuatro años a los profesionales que ayuden a una mujer a interrumpir el embarazo.
Según el mapa del Centro de Derechos Reproductivos, el aborto está prohibido bajo cualquier circunstancia, incluso cuando la vida de la mujer está en juego, en 24 países del mundo, entre los que se encuentran Egipto, Mauritania, Senegal, Irak, Nicaragua y Honduras.
Por ello, aunque lo acontecido en Francia ha de ser celebrado, esta lucha todavía tiene una gran andadura por delante y es imprescindible recordar que los derechos no están ya garantizados, sino que han de ser siempre defendidos.