8 de marzo, Día de la Mujer.... Pero, ¿qué celebramos?
Con motivo de nuestro día, realizamos un rápido examen a España en cuanto a igualdad para descubrir que, aunque ha habido algunas mejoras, el suspenso está al orden del día.
Como cada año desde 1975, el 8 de marzo de celebra el Día Internacional de la Mujer en general y de la Mujer Trabajadora en particular y, también, desde 1977 es el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Para celebrar nuestro plural y rimbombante día, realizamos un breve repaso sobre la situación de las españolas en cuanto a igualdad que es lo que más nos preocupa (si no fuera por la violencia machista que mata y que va de la mano de esa desigualdad). Hemos escogido algunos ejemplos en algunos ámbitos pero el tema daría para una tesis o una serie por entregas tipo las que se publicaban en el siglo XIX ya que la lista de desigualdades y/o estereotipos a las que se tiene que enfrentar la mujer es más larga que el campo de fútbol de Oliver y Benji o que la infancia de Heidi.
La brecha salarial de género en España es del 24%, una cifra que entre los trabajadores con contrato indefinido asciende hasta el 25,66%. Esto se traduce en que, según un informe del sindicato UGT de 2015, las mujeres tendrían que trabajar 88 días más que los hombres para cobrar el mismo salario que ellos. La igualdad salarial es, por tanto, un objetivo pendiente a cumplir en nuestro país. Sólo cuatro comunidades autónomas cuentan con una brecha inferior a la media nacional: Galicia, Canarias, Baleares y Madrid. Además, hay que señalar que, dentro del mismo sector, las mujeres desempeñan ocupaciones de menor valor y peor remuneración en lo que se conoce como segregación vertical. Como buenas (aunque escasas) noticias hay que destacar que, según el IV Informe ‘Las Mujeres en los Consejos de Administración de las compañías del Ibex 35’ elaborado por Atrevia y el IESE, el peso relativo de las mujeres en los consejos de administración del Ibex ha alcanzado el 19,83% en 2016, por lo que ha crecido 1,54 puntos anuales desde 2010, mientras que en los consejos de administración de estas empresas las mujeres ocupan 91 puestos, 11 más que el año anterior.
La conciliación y la corresponsabilidad son temas cuanto menos espinosos que no deberían de serlo. Según se deduce de las Encuestas de Empleo del Tiempo, las mujeres dedican menos tiempo que los hombres a todas las categorías de actividades, con la única excepción de aquellas que tienen que ver con el cuidado del hogar y de la familia. Vaya, que tenemos menos tiempo para divertirnos, para nuestros hobbies, para mirar internet o para hacer deporte, por ejemplo. En cuanto a maternidad y paternidad, sólo en un 1,7% de los casos los padres hicieron uso de la posibilidad que les ofrece el artículo 48 del Estatuto de los Trabajadores para disfrutar de la parte opcional del permiso por maternidad al otro progenitor. O sea, menos del dos %, una cifra que apenas se ha movido en los últimos ocho años. Por eso que la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPIINA) promueve una reforma legislativa que establezca que los permisos por nacimiento y/o adopción se concedan a cada progenitor/a de igual duración, intransferibles, con la misma parte obligatoria y pagados al 100% porque, mientras persista tamaña diferencia, el mercado laboral continuará siendo más proclive a contratar a varones. Incluso el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) recomienda extender la duración del permiso de paternidad y reformar los permisos tanto de nacimiento como de adopción o acogida para que sean iguales, intransferibles y remunerados para hombres y mujeres. Lo ideal según la PPIINA sería comenzar con al menos seis semanas obligatorias para los padres, por supuesto sin detrimento alguna en las de las madres.
En cuanto a violencia machista, 2015 ha sido un año negro en España ya que 57 mujeres fueron asesinadas. Y 2016 ha comenzado de manera terrible: sólo en enero fueron asesinadas ocho mujeres, además de un bebé de 17 meses. Se trata del peor dato desde enero de 2006, el año en que comenzó a realizarse el recuento de víctimas. Aunque un 82,6% de las mujeres sabe dónde dirigirse para interponer una denuncia, sólo una cuarta parte, el 27,4 %, lo hace. Un sistema demasiado lento, que desampara a las víctimas con flagrantes casos de mujeres asesinadas que pusieron denuncia y a las que no concedieron una orden de alejamiento y/o protección policial y el recorte en gastos sociales forman parte de las razones por las que esta lacra en lugar de disminuir está subiendo en España. Además, más de una cuarta parte de los adolescentes justifica el uso de la violencia en la pareja. Según la Macroencuesta española de Violencia contra la Mujer de 2015, el 21% de las menores de 25 años que han tenido pareja han sido víctimas de violencia de género frente al 9% de las mujeres adultas. Datos tremendos que los políticos deberían de tener en cuenta. Las asociaciones de mujeres no dejan de pedir un Pacto de Estado y recuerdan que ha habido más mujeres asesinadas por la violencia machista en nuestro país que por ETA.
En representación política estamos de enhorabuena, al menos en parte. El actual es el Congreso con más diputadas de la Democracia, con 138 mujeres del total de 350 diputados. Con un 39,4%, se trata de la cifra más alta desde 1979. Entre las formaciones, Podemos es la que tiene la mayor representación femenina con un 49,28% mientras que Ciudadanos, con solo 8 mujeres por 32 hombres, tiene la menor. En los debates electorales de las pasadas elecciones, sin embargo, apenaba ver tanta testosterona de los candidatos sin ninguna representación femenina, salvo la presencia de Soraya Sáenz de Santamaría como sustituta de Rajoy en el de Atresmedia. Algunos casos de políticas dirigiendo comunidades son Susana Díaz en la Junta de Andalucía, Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid, donde además Manuela Carmena es la alcaldesa, o Ada Colau al frente de la Generalitat.
Referente a la salud reproductiva, Amnistía Internacional ha puesto en marcha la campaña ‘Mi cuerpo, mis derechos’ con la que recuerda que en el mundo muchas personas son perseguidas por ejercer este derecho, y a muchas más se les impide totalmente ejercerlo. La Ong señala que 47.000 mujeres embarazadas mueren cada año por complicaciones derivadas de abortos en condiciones de riesgo. La nueva reforma de la ley del aborto en España es también motivo de preocupación e incluso la ONU ha solicitado que el Estado español asegure el acceso a todas las mujeres y jóvenes a los servicios de salud reproductiva en todo el país y que las barreras legales no obliguen a las mujeres a recurrir al aborto clandestino que podría poner su vida y su salud en riesgo.
Acerca de la educación, las mujeres españolas adultas tienen, por lo general, un mayor nivel de estudios. Ellas representan más de la mitad del alumnado matriculado en estudios universitarios, aunque las cifras varían entre, por ejemplo, más del 70% en Ciencias de la Salud y sólo un 26,61% en Ingeniería y Arquitectura. Además, el porcentaje de mujeres que termina los estudios universitarios es superior a la proporción de mujeres entre el alumnado matriculado. Sin embargo, como vimos antes esto no se traduce en mejores oportunidades laborales ni mejores puestos. Además, la situación en la situación en las 75 universidades españolas no es muy halagüeña, ni ejemplar: sólo hay 5 mujeres rectoras, lo que representa el 8,00% del total.
Sobre igualdad, según el indicador de 2015 del Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE), España ocupa la posición número 12 de los 27 países comunitarios (en el momento de realización del índice, aún no se había incorporado Croacia), con lo que pierde dos posiciones desde el pasado estudio en 2013. Pero además, en 2015 la ONU suspendió a nuestro país en cuando a igualdad. Según un informe de la CEDAW (Convención por la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres) muestra su preocupación por los preocupación por la degradación de la situación de la mujer española. Recortes en ayudas sociales como el cuidado de dependientes, congelación de los salarios, una brecha salarial mayor de la media europea, que el Gobierno no haya ratificado el convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre trabajadores domésticos, un campo eminentemente femenino, la eliminación del Ministerio de la Mujer y del Instituto de la Mujer son algunas de las quejas. La lista de quejas es muy larga pero concluyente y el informe es durísimo en cuando a violencia de género. En un año en el que el lema de ONU Mujer para el Día Internacional de la Mujer es ‘Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso para la igualdad de género’ queda claro que, más que para celebrar nuestro día el 8 de marzo hay que salir a la calle para reclamar, una vez más, nuestros derechos.