5 trucos superfáciles de una farmacéutica para mejorar tu rutina de ‘skincare’
Hay prácticas que no tenemos en cuenta y que son fundamentales.
¿Te han salido granitos al volver de la playa? Una farmacéutica nos explica los trucos para combatirlos
Cuando hablamos de la rutina de cuidado de la piel, a menudo, tendemos a complicarnos más de la cuenta. Es decir, claro que es importante saber qué activos son los mejores para nuestras necesidades, cuáles son los lanzamientos de la temporada o, por supuesto, en qué orden debemos aplicar nuestros productos. Sin embargo, muchas veces, se nos olvida dar la relevancia que merecen a aquellas prácticas que realizamos sin ser demasiado conscientes. Es decir, algo tan sencillo como lavarse las manos antes de aplicar nuestras cremas o sérums, puede ser fundamental y, pese a ello, no solemos darle importancia. Este tema lo ha puesto sobre la mesa Berta García Estrada, farmaceútica experta en ‘skincare’. Así lo ha explicado en su perfil de Instagram (cuenta con 190.000 seguidores), desde el que analiza todo tipo de activos y da su opinión profesional sobre los productos cosméticos.
En realidad, todos estos trucos que explica, son cosas obvias y que no cuesta nada llevar a cabo pero que, la mayoría, no solemos llevar a cabo, ya sea por pereza o, simplemente, porque no caemos en lo necesarios que son.
1. Lávate bien las manos
Es fundamental lavarse bien las manos antes de comenzar a realizar el "paso a paso" de nuestra rutina. Y es que, si vamos a tratar nuestro rostro, parece lógico pensar que tendremos que evitar "contaminarlo". Sin embargo, las prisas o la vorágine del día a día, muchas veces, puede hacer que se nos olvide algo tan básico como esto.
2. Usa agua templada
Por muy friolera que seas, debes tener en mente que, según explica Berta, el agua caliente «altera la función barrera y se pierde agua (pérdida de agua transepidérmica)», por lo que, esto contribuye a que la piel se deshidrate.
3. La toalla es personal e intransferible
Es importante que, después de lavarte la cara (te aconsejamos que recurras a la doble limpieza) te seques «con una toalla solo para ti y solo para tu cara», explica. Además, también es importante que la cambies con frecuencia, ya que en estas pueden quedar restos de productos, suciedad, humedad...
4. Extiende tus sérums y cremas a cuello y escote
Solemos centrarnos en el rostro, por ser la parte más visible y la que más nos preocupa. Sin embargo, este simple gesto «no cuesta nada y lo vas a agradecer dentro de unos años», ya que, estas zonas, también se ven afectadas por el paso del tiempo.
5. Aplica fotoprotector en el dorso de las manos
A estas alturas ya hemos hablado –hasta la saciedad– de la importancia de utilizar protección solar durante todo el año y deberíamos tener claro que el sol es uno de los grandes responsables del envejecimiento de la piel. Por eso, no debes olvidar aplicarlo en una zona tan delicada y visible como el dorso de las manos: prevendrás la aparición de las manchas propias de la edad.