María Pedraza: de cabeza rapada a melena sirena en solo unas horas
La actriz ha sorprendido con dos looks completamente opuestos pero igual de increíbles a su paso por el Festival de cine de Málaga.
No se nos ocurre un nombre que se lo pase mejor que María Pedraza cambiando de looks. La actriz es camaleónica. Igual lo lleva rosa, que platino que opta por cortar por lo sano, pasar al rubio y menos de un mes después, aparecer en el Festival de Málaga con el pelo rapado y una versión de los más 'cool' de la cresta mohicana.
Nunca sabes qué esperar de la artista madrileña de 26 años, y nos encanta que así sea. En realidad, si hay algo que tienes garantizado con ella: sus 'beauty looks' nunca defraudan. Su idilio con el maquillador y peluquero Iván Gómez no defrauda nunca. No lo hizo por la mañana en Málaga, y no lo volvió a hacer en la sesión nocturna, cuando Pedraza se presentó en la alfombra roja previa al estreno de su última película, Las niñas de cristal, con un look radicalmente opuesto al que había mostrado horas antes.
Del grunge y el puntito rockero, tanto por el cabello como por el look total black que había escogido –vestido asimétrico y de escote a la espalda de Alexandre Vauthier y botas altas–, se transformó en un visto y no visto en una ninfa de los bosques.
Ha sido así gracias al vestido vaporoso color melocotón con escote pronunciado y al espectacular cambio de look al que se ha sometido. En este caso, el maquillador y peluquero cubrió la cabeza de María Pedraza con una peluca maravillosa que recuerda a la imagen más idealizada de las sirenas. Larguísima, tanto que el término XXL se le queda corto, y en tono castaño, la peluca destaca por las ondas que la recorren de arriba a abajo.
El peinado, muy años 70, con raya al medio y el pelo cayendo por el pecho, a lo Gloria Steinem, es otra de las claves del estilismo junto con el maquillaje, que se centra sobre todo en la mirada.
Iván Gómez ha mostrado los detalles del proceso, y en el video se aprecia de maravilla la original y llamativa mezcla de colores que ha dispuesto en esta zona del rostro de la actriz gracias a un genial uso de las sombras: desde el turquesa con brillos del contorno al dorado que sirve de punto de luz en el lagrimal, pasando por el tono melocotón a juego con el vestido que utiliza como contraste a los dos primeros.