El vestido negro de Uterqüe de la reina Letizia para disfrutar de una cena en familia

No hay nada como el negro para la noche. Resulta evidente pero al mismo tiempo es un valor seguro incluso en verano, cuando colores como el blanco o el azul ganan territorio durante el resto del día. La combinación de estos tonos es la clave para crear un buen armario estival como el que ha conseguido organizar la reina Letizia.

La maleta de vacaciones de doña Letizia es el perfecto ejemplo de ello porque si durante el día hemos podido ver cómo apostaba por vestidos en los tonos más claros lisos o de suaves estampados y en tejidos como el lino, para cuando termina la jornada sabe que no hay nada como la oscuridad para brillar.

Hace una semana asistía a la clausura de la 11ª edición del Atlàntida Mallorca Film Fest con un diseño azul oscuro sin mangas y esta vez ha querido que sea un vestido largo semitransparente de plumetti con finos tirantes y escote cuadrado con lazada en el centro el le acompañe a disfrutar de una cena familiar en Mallorca junto a la reina Sofía, el rey Felipe VI, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

El modelo escogido por la reina pertenece a la colección que Uterqüe puso a la venta el año pasado y lo ha combinado con unas alpargatas con cuña de Castañer en el mismo color que ya había lucido anteriormente, un bolso de mano de Bimba y Lola y un recogido informal.

Sus hijas, por su parte, sí que apostaron por un peinado mucho más pulido, en concreto por unas 'boxer braids', dos trenzas laterales con raya en medioque nacen de la parte superior hasta que todo el cabello queda sujeto y el rostro se muestra completamente despejado. Ambas escogieron peinar así su melena para acompañar sus minivestidos, la princesa Leonor uno rojo cruzado de Mango y la infanta Sofía uno a rayas de Zara respectivamente.

Esa misma mañana habíamos visto a la reina y sus hijas acudir al Club Náutico para disfrutar de la cuarta jornada de regatas de la tradicional Copa del Rey de vela, un momento para el que la reina se decantó por un vestido de dibujo rayado firmado por Maria de la Orden al que le añadió una cartera de mano de líneas sencillas y unas artesanales alpargatas planas en el mismo color.