Tik Tok, la plataforma que ha empoderado a toda una generación

El triunfo de las ‘community brands’ entre la Generación Z : el caso de la tiktoker que fundó su propia firma en su último año de instituto.

A-more

Camilla probando uno de sus diseños a una modelo

/ Cortesía de A-more

Tienes 17 años, la cabeza llena de sueños y la vida se extiende ante ti como un mar de posibilidades infinitas. Quién los pillara dirían algunos. Yo desde luego que no. A esa edad las ilusiones desbordan la razón, pero una vocecita nos susurra que la vida no es tan fácil y la realidad nos explota en la cara de golpe cuando echamos un vistazo a nuestra cartera. A la mayoría de adolescentes aún les quedan años para ser capaces de sostenerse a sí mismos, para poder independizarse económicamente, lo que casi siempre va de la mano de la posibilidad de tomar decisiones propias. 

“Algunos adolescentes se tiñen el pelo, yo decidí empezar mi propia marca”, declara Camilla Clemente, la joven italiana que fundó A-more con tan sólo 17 años. Una firma nacida en Tik Tok que empezó con un humilde stock de 40 camisetas y 100 anillos y que acabó cerrando su primer año con una facturación de 1,2 millones de euros.

En 2020 la adolescente volvía de Estados Unidos con una espina clavada. El Covid19 había precipitado su vuelta de Colorado, donde estaba cursando su último año de instituto. “Siempre estaré agradecida por esa experiencia” comenta la italiana “en Estados Unidos son más pragmáticos, quizás no saben la capital de todos los países europeos pero saben lo que es Shopify y saben montar una página web: es más, te obligan a hacerlo”

La diferencia del sistema educativo estadounidense se hace evidente en sus primeros vídeos de Tik Tok, en los que comparte conceptos como el análisis del ‘target’, la estrategia de medios o el ‘storytelling’ de la firma, mostrando cada paso que fue dando antes incluso de empezar con el diseño de los productos. En otros vídeos, una Camilla risueña se sienta en frente de la cámara para explicar qué es una ‘startup’, sus seguidores le piden consejos y ella intenta inspirar a otras chicas a lanzar su propia empresa. Sin duda la transparencia y la honestidad que acompañaron el proyecto desde sus inicios tuvo su recompensa. 

Camilla explica que en Colorado tuvo la oportunidad de cursar diseño de moda –donde no sólo aprendió a diseñar y coser, sino que adquirió los conocimientos básicos para montar una empresa de moda–, cuyo proyecto final era precisamente crear su propia firma. A pesar de estar de vuelta en Italia y encerrada en su casa, se empeñó en realizar esta tarea “como si se tratase de un juego, para pasar el tiempo”. 

Por más que tenía claro los pasos que debía seguir para hacer su idea realidad, la italiana se enfrentó a un mar de dudas cuando compartió su proyecto con sus padres. “Estás loca, no tienes contactos ni medios para hacerlo real”, le dijeron, negándose a sustentar económicamente el proyecto de su hija. A más de una le resonarán estás palabras… Pero ella no se dio por vencida. “Después de mi experiencia en Estados Unidos me sentía tan empoderada… –recuerda con una sonrisa– estaba motivada, me sentía como Anna Wintour”. Aún a través de la pantalla (Camilla se conectó desde Italia para la entrevista) la confianza y el entusiasmo de la joven son tremendamente contagiosos. En ese momento empiezo a entender a sus fieles seguidores: estoy ante toda una leyenda ‘girlboss’. 

“Al principio lo quería todo: las sesiones de fotografía, los anuncios increíbles,.. pero no tenía dinero, así que mi teléfono y Tik Tok eran los únicos medios de los que disponía. Tampoco tenía los productos, lo único que podía compartir era mi historia”. Y así fue como empezó, mostrando todas las decisiones –el logo, los materiales, las decisiones estéticas, el packaging,...– que poco a poco irían configurando A-more. 

Desde los inicios, Camilla planteó la firma como una ‘community brand’, es decir, una firma que consigue crear una comunidad de clientes, o simplemente seguidores y admiradores de su trabajo, que se juntan en torno a unos valores que van más allá del producto: “Mi intención era que los seguidores se sintieran parte de la firma, que se sintieran identificados con mis ideas y mis valores”

Lo que más aprecia de su comunidad es todo el apoyo que le han brindado y que le siguen ofreciendo a día de hoy. Cuando no tenía presupuesto, fueron sus seguidores quienes le escribían diciéndole “soy fotógrafo, si necesitas algo aquí estoy” o “soy maquilladora, lo que necesites me dices”. De esta forma, los seguidores no eran sólo espectadores del proyecto, si no que participaban activamente en su creación. Camilla está orgullosa de que la persona más mayor con la que colabora tenga 25 años. “Lo que quiere la Generación Z es ser parte de algo, sentirse comprendida”, añade la joven. Y quién mejor que una de sus portavoces para ofrecerles este tipo de espacios. 

El éxito real llegó tras meses de duro trabajo. Además de alimentar el voraz algoritmo de Tik Tok con varios vídeos al día, los productos no estuvieron listos para su lanzamiento hasta noviembre de 2020. “Al principio tuve muchos ‘haters’”, confiesa Camilla, “la gente esperaba precios muy bajos y no tanta profesionalidad”. Desde su creación, A-more ha tenido en cuenta la diversidad, el impacto medioambiental y el respeto de los trabajadores, lo que siempre conlleva un coste superior en la producción, y, por tanto, en el precio final del producto. “Con el tiempo, esta negatividad desapareció”. 

Fue en enero de 2021 cuando la firma despegó definitivamente. La diseñadora decidió arriesgarse y hacer un encargo de 100 collares. “En esos momentos, era un pedido enorme, necesitaba que se vendieran”, recuerda Camilla con cierto agobio. En unas horas hizo ‘sold out’. A partir de entonces fue todo rodado. Durante los siguientes seis meses A-more funcionó a base de pequeños ‘drops’ –es decir, el lanzamiento de unidades limitadas de uno o varios productos– que se agotaban en cuestión de días. “Empecé a entender cuál era el precio adecuado para los productos y lo que los clientes querían, y la gente se dió cuenta de que la firma funcionaba, de que era algo real”

El secreto de su triunfo en Tik Tok lo atribuye a su transparencia y al hecho de que siempre tenía algo que contar: cualquier novedad de la marca, spoilers de los ‘drops’, o la cantidad de pedidos que estaba recibiendo parecían alimentar la curiosidad de sus seguidores. “En Tik Tok estás construyendo una especie de serie de televisión sobre tu vida real, estás creando tu propia historia, y eso es algo que siempre interesa a la gente, el desarrollo de la historia”, concluye la italiana. 

Lleva puesto un cárdigan verde de flores con el logo de A-more bordado, y todas las joyas que luce son también de la firma. “Visto mi ropa cada día, mi objetivo es llevar A-more para el resto de mi vida”, confiesa Camilla, que aún conserva la misma sonrisa risueña de aquellos vídeos de 2020, en los que sólo podía albergar la esperanza de que su proyecto se hiciera realidad. Con Tik Tok como herramienta y una honestidad admirable, poco a poco se fue ganando el corazón de miles de jóvenes que, igual que ella, tenían la cabeza llena de sueños e ideas pero pocas oportunidades de sacarlos adelante.  

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